Caracterizan las mieles de Río Negro y Neuquén

El estudio se hizo en el asentamiento de la UNC en Regina.

VILLA REGINA (AVR).- A través de un estudio realizado por el asentamiento reginense de la Universidad Nacional del Comahue, por primera vez se obtuvo un resultado para caracterizar las mieles producidas en Río Negro y Neuquén.

Los datos apuntan principalmente a marcar la calidad de las mismas mediante análisis de su composición, textura, color y consistencia, pero al mismo tiempo descartar la posibilidad de que contengan elementos contaminantes que hagan peligrar la salud de quienes las consumen.

El proyecto implementado en los últimos años por el asentamiento reginense de la Universidad Nacional del Comahue, permitió elaborar un protocolo sobre las características de cada una de las mieles aportadas por 140 productores de Río Negro y Neuquén, dando en alguna medida un sello de calidad.

Precisamente el estudio permitió comprobar que las mieles de la zona son de una excelente calidad, y que contienen características propias que las diferencian de las producidas en otras provincias argentinas.

La calidad de las mieles es un dato más que importante a tener en cuenta, si se considera que Argentina y China son los dos primeros países exportadores de este alimento.

Básicamente, mediante análisis fisicoquímicos y bacteriológicos se pudo comprobar que las mieles regionales se encuentran enmarcadas dentro de las pautas de calidad que exige el Código Alimentario Argentino, los convenios comerciales del Mercosur, y los requisitos del mercado europeo.

Sin embargo el proyecto va más allá, dado que apunta a que sean los mismos productores quienes puedan determinar las condiciones de las mieles que producen, y de esta manera mejorar sus métodos de recolección y envasado, y al mismo tiempo poder obtener un valor diferencial.

A esto se suma también que se trabaja para que puedan darle valor agregado a su producción, con la elaboración de otros alimentos, algunos de uso farmacológico.

Por ahora los informes permitieron contar con una caracterización de las mieles, datos de los que no se disponía, a diferencia de otras provincias productoras.

Si bien los protocolos arrojaron datos positivos, se espera poder avanzar con el proyecto ampliando la caracterización de las mieles: puntualmente, obtener información sobre el néctar utilizado por las abejas para la elaboración de la miel, es decir saber si la miel es monofloral o polifloral. Pero para avanzar con esta iniciativa, los investigadores indicaron que sería necesario incorporar otro tipo de equipos para hacer las determinaciones.

La tarea demandó un pormenorizado estudio de campo, ya que se recorrió la totalidad de la provincia de Neuquén, mientras que en Río Negro resta aún parte del Alto Valle y del Valle Inferior. Igualmente el Valle Medio, que es la principal zona productora de miel en ambas provincias, fue relevada.

En las próximas semanas los protocolos serán girados a cada uno de los productores que entregó muestras para la elaboración de los informes. Son ellos quienes tienen un especial interés en conocer la calidad del producto que elaboran pues en la mayoría de los casos también los envasan en forma artesanal.

A esto seguirá una serie de charlas compuesta por cinco módulos para la capacitación de los productores, tanto en lo que hace a los análisis primarios para la calidad de las mieles, como para el mejoramiento del sistema de producción.

Excelente calidad en la zona

VILLA REGINA (AVR).- El estudio elaborado por la bioquímica Rosa Alvarez, como directora del proyecto, y el licenciado Juan Carlos Esponda, ambos docentes del asentamiento reginense de la UNC, permitió establecer que las mieles de la zona son de excelente calidad e incluso que tienen diferencias con productos similares de otras provincias.

De acuerdo a los análisis, las mieles de la región en general son de un color más claro que el resto, a excepción de aquellas que son elaboradas con resinas -denominadas mieladas- que presentan un color más oscuro.

Estas últimas tienen en su composición una mayor proporción de hierro y calcio.

Otra de las características detectadas es que las mieles de la zona contienen un menor grado de humedad. Esto hace que se cristalicen con mayor facilidad y tengan mayor dureza.

A su vez por contener menor grado de humedad, brindan una mayor seguridad sanitaria y un mejor grado de conservación.

Las determinaciones se realizaron mediante análisis fisicoquímicos y microbiológicos de las muestras, que son factores de calidad.

En cuanto a los factores fisicoquímicos se determinó grado de acidez, PH, azúcares reductores, cantidad de sacarosa, o la presencia de hidroximetilfulfural, o enzimas como la diastasa.

De la misma manera los análisis microbiológicos, permitieron descartar que las mieles de la región contengan elementos que pueden dañar la salud, por ejemplo la bacteria de la «echerichia colie», o la «salmonella».

A su vez de los estudios se pudo determinar los mecanismos utilizados por los productores para garantizar la calidad de las mieles, ya que la presencia o ausencia de algunos factores inciden en la calidad del producto.


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