«Cárcel para Sobisch y todos sus muñecos»
NEUQUÉN (AN).- Antes de las 8 ya se apreciaban maestros y profesores que habían empapelado el aparatoso y vetusto vallado que rodea la puerta de acceso a la antigua legislatura con pancartas que rezaban: «Perpetua para Poblete» y «Cárcel para Sobisch y todos sus muñecos».
La inclemencia del tiempo no amedrentó a los docentes que se volcaron masivamente en las afuera del edificio para reclamar Justicia en lo que fue la primera jornada del juicio a José Darío Poblete sindicado como el autor material del disparo que puso fin a la vida de Carlos Fuentealba.
Cerca de las 8:05 se produjo la apertura oficial de las puertas del reciclado edificio e ingresó un numeroso grupo de periodistas, camarógrafos y fotógrafos de los distintos medios regionales y nacionales que están siguiendo las instancias de este histórico juicio.
Cero paraguas, pareció ser la consigna implícita de los manifestantes que desde un camión con alto parlantes eran arengados por una mujer que con voz combativa estimulaba el pedido de Justicia mientras el agua caía. Las bajas temperaturas obligaron a que se improvisaran fogones en tachos para campear un poco el frío. Además de los tradicionales e infaltables mates, comerciantes instalaron sus carritos con su oferta de café y pasteles entre otras cosas.
A las 9 de la mañana Sandra Rodríguez, viuda de Fuentealba, arribó al lugar. Bajo un aplauso cerrado la mujer transitó entre los manifestantes y antes de ingresar al edificio se demoró para gritar «Fuentealba, presente».
De a poco el lugar se fue llenando de banderas de distintas organizaciones que se hacían presente y de manifestantes que copan la calle que a esa altura ya estaba cortada por la policía de transito.
Desde la ruta, se observaba un guardapolvo gigante que había colgado ATEN para recordar a todos los que transitaban que el juicio ya está en marcha.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios