Carmen Mesa: la energía andaluza en escena

La bailaora y coreógrafa española comienza mañana su gira por la región. Trae su show "Cuando el río suena" a Roca, San Martín de los Andes y Neuquén

La bailaora andaluza Carmen Mesa estará de gira en la región desde mañana (ver aparte) presentando su nuevo espectáculo «Cuando el río suena?» con «El Gamba de Jerez» David Morán en cante, la guitarra y dirección musical de Héctor Romero, el percusionista Martín Morales y Juampi Di Leone en flauta; con coreografía y dirección general de la propia Carmen.

«Cuando el río suena», tributo al Guadalquivir que divide la parte antigua de la moderna en Sevilla, le sirve de excusa para transitar un itinerario, en cinco escenas, por los palos del flamenco, inspirado en el tradicional espíritu del tablao.

«Pa´ mí, los buenos maestros son personas que aparte de profesional, se desviven más por las cosas o intentan transmitir más allá de unos pasos o de una coreografía. Así se van conociendo los palos de flamenco. Gente que da lo suyo pero también orienta para que saques tu propia personalidad. Eso es muy importante. Me han enseñao más allá, me han guiao para que sea yo misma. El conocimiento hay que completarlo para que el alumno sienta que con esa enseñanza se va desarrollando él, por otro lao», dice ella al «Río Negro.

-La cultura andaluza tiene mucho de encuentro, de calle, de existencia modesta, sencilla, trabajadora, busca vida, de comunidad, de hermandad?

-Aparte de la escuela, un sitio donde se aprende más formalmente, la enseñanza está también en la práctica, algo que se va descubriendo conforme vas pasando fatiga. Vamos! Se aprende la técnica pero luego pasa porque la gente se junte, por la improvisación. Eso te hace aprendé de otra manera, va complementando. Es verdad que tu dices que hay mucho de la fiestecita, de reunión, cosas improvisadas, no estudiadas metódicamente. Allí se ve la picardía que uno tiene para entrá y salí de un baile. Pasan cosas que no ocurren en una clase, entiendes? Hay veces que significa mucho una buena improvisación o el conectá con los compañeros que me acompañan en este trabajo.

-¿Cómo hacer para que no pierda calor, esencia, espontaneidad, picardía, fuerza?

-Eso está dentro de uno mismo. ¿Qué más da un teatro, la calle o una fiestecita entre amigos? En el interior propio tiene que haber la conexión. Eso, en mi caso, hace que no se pierda la frescura del flamenco. En todos los laos donde bailo, doy clase, actúo, me entrego de la misma manera. Me meto en una burbujita y hablo con el cuerpo, expreso lo que siento dentro. Y están las vivencias que he tenío en todos los aspectos. En realidad tiene que sé una entrega total. Olvidándose del contexto y sé una misma. Yo defiendo e intento enseñarle a mis alumnas que más allá de un paso o de un movimiento en concreto, siempre está la persona con lo que quiere contá y cómo desea hacerlo. Entonces, la complicidá de la que hablabas nunca se pierde. No importa si hay público o el contexto es distinto. Intento acercá y hacé conocé mi cultura, Como el tango aquí, el flamenco, por su temperamento, es una danza que habla por sí sola y alguien que tenga un poquito de sensibilidá hacia el arte, se da cuenta de que tiene pasión, que va más allá de los pasos. Las grandes expresiones culturales a nivel musical, hablan por sí solas y se trata de ofrecé para que la gente descubra el arte flamenco sin que se le olvide el suyo. Absorbiendo de todo lo que uno pueda, va engrandeciendo. ¿El flamenco o el tango, de quién son? Pertenecen a una tierra, son de un sitio concreto donde ha nacío y se ha desarrollao, pero la sensibilidá para hacerlos es de todo el mundo.»

«Yo lo hago con mucho cariño y eso comunico a los que me rodean, con los que tengo la suerte de compartí? si yo amo el flamenco y los demás se dan cuenta cómo lo defiendo, cómo lo enseño, mucha gente y alumnos, en especial, me dan las gracias por hacérselo ve de otra manera. Me pregunto muchas veces qué le doy, qué sienten más que otros profesores? Quizás sea el cariño con que lo transmito, y la pasión.

-Comenzaste hablando de qué te dieron tus maestros y recién, planteándote como docente, cerraste la idea.

-Es como una sucesión, los maestros o artistas que nos antecedieron y yo misma admiro, abren puertas. Eso es lo bonito, que no pare y las nuevas generaciones que vamos llegando y las que van a vení, aprovechen eso. Yo no puedo enseñá bien algo si no tengo el fundamento de la esencia, de antiguo. Sabe? También hay que documentarse porque hay cosas que no he tenío la suerte de viví. No he escuchao cantaores que habían muerto que yo he nacío. Pero han dejao su huella, han abierto camino y es lo que tenemos que seguí haciendo. Pa´ que nunca pare y la gente descubra más del flamenco, se interese más. Bailaora es una verdadera profesión. Como digo a los alumnos, que ánimo y pa´ arriba porque nadie ha dicho que bailá sea fácil. Que tienes que enfrentá un público, que tienes momentos difíciles de duda. Muchas veces, mientras más sabes, más sabes lo que te queda por aprendé. Siempre se está aprendiendo. Siempre.

De gira La bailaora y coreógrafa se presentará mañana a las 21:30 en Casa de la Cultura de Roca, el sábado a las 21:30 en el Cine Teatro Español de Neuquén (entradas en venta en Todomúsica) y el domingo a las 21:30 en el Centro Cultural Cotesma de San Martín de los Andes (las entradas se venden en Cotesma, ubicado en Roca 1154 de esa ciudad).

EDUARDO ROUILLET eduardorouillet@ciudad.com.ar


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