“Los argentinos en democracia”

Me tomé unos pocos días para analizar la situación de acá al 22 de noviembre, considerando a Scioli, Macri, Massa, la presidenta, Néstor Kirchner y todo lo que ha sucedido en estos doce años de la etapa Kirchner, y todo esto me llevó al año 1983, cuando asumió Alfonsín. Lentamente fui resbalando en mi pensamiento, analizando etapa por etapa, y llegué a la feliz conclusión de que no me voy a hacer problema por lo que pasó y por lo que viene. Desde el 26 al 28 de octubre a las 19, momento en el que escribo esta carta de lectores, repasé fugazmente todos estos 32 años de democracia y me digo a mí mismo: Rodolfo Schroeder, no te hagas tanto problema ni te des tanta manija, porque el que tuvo la suerte de vivir estos 32 años de democracia, se dice para sí: “La democracia está en marcha y se va mejorando con el correr de los años… 32 años de democracia no son nada”. Alfonsín quiso con sus buenas ideas, pero no lo dejaron. Muchos sufrimos una hiperinflación descomunal hasta que apareció un señor algo extraño como lo fue Menem, que estuvo ocho años y que no ayudó mucho en su conducción y crecimiento al país. Fue parecido a un circo. Luego y aquí doy mi opinión muy personal: cómo pudieron votar a De la Rúa, que a simple vista se lo veía que le quedaba grande el saco pero igual fue presidente… con un año 2001 también caótico y convulsionado, hasta que tuvimos cinco presidentes desde el 2001 al 2003 con un Rodríguez Saá que estuvo siete días. Todo se fue calmando cuando llegó un tal Kirchner que nadie conocía, con nuevas formas de dirigirse a la población y encarar todo un poco diferente que los otros presidentes que tuvimos. Al día de hoy, trece años de etapa kirchnerista totalmente diferente a todo lo demás, con sus muy buenas gestiones y algunas erráticas que son lógicas cuando ve que su método triunfa y que le faltan aún unos años para afianzar su modelo, además de que, por el otro lado, hubo grandes contras por medio de las grandes corporaciones y, en las últimas elecciones, que la clase media puso en duda su continuidad y se definirá en el balotaje. Analizo las edades de los argentinos que en el 2001 tenían una muy corta edad en democracia y que no saben muy bien cómo fueron las gestiones desde 1983 al 2003, sólo conocen la gestión de la etapa kirchnerista… unos a favor y otros en contra. En definitiva, no es malo lo que pasó hasta ahora porque en un país tan joven, democráticamente hablando, tenemos que ir viendo cada cuatro años como se comportan los políticos y cómo se comporta la ciudadanía y ojalá lleguemos a no votar por el menos peor. Analicemos con criterio el gobierno kirchnerista con lo bueno y con lo malo, y el 22 de noviembre votemos a conciencia. No votemos castigando a uno o a otro… Votar por Macri me parece que es volver a los 90, que no fueron buenos años, pero la ciudadanía no tiene memoria y para los que vivieron únicamente la etapa kirchnerista el voto va ser dividido, según sus propias experiencias vividas. Esto ya lo vivimos con Menem, algunos argentinos lo disfrutaron y otros lo padecieron. Votar a Macri es volver a pisar la misma piedra, y votar a Scioli es un poco la continuidad de este gobierno pero de la mano de Scioli, que va ser diferente si es que se pone el país al hombro. Rodolfo Schroeder DNI 13.323.173 San Martín de los Andes

Rodolfo Schroeder DNI 13.323.173 San Martín de los Andes


Me tomé unos pocos días para analizar la situación de acá al 22 de noviembre, considerando a Scioli, Macri, Massa, la presidenta, Néstor Kirchner y todo lo que ha sucedido en estos doce años de la etapa Kirchner, y todo esto me llevó al año 1983, cuando asumió Alfonsín. Lentamente fui resbalando en mi pensamiento, analizando etapa por etapa, y llegué a la feliz conclusión de que no me voy a hacer problema por lo que pasó y por lo que viene. Desde el 26 al 28 de octubre a las 19, momento en el que escribo esta carta de lectores, repasé fugazmente todos estos 32 años de democracia y me digo a mí mismo: Rodolfo Schroeder, no te hagas tanto problema ni te des tanta manija, porque el que tuvo la suerte de vivir estos 32 años de democracia, se dice para sí: “La democracia está en marcha y se va mejorando con el correr de los años... 32 años de democracia no son nada”. Alfonsín quiso con sus buenas ideas, pero no lo dejaron. Muchos sufrimos una hiperinflación descomunal hasta que apareció un señor algo extraño como lo fue Menem, que estuvo ocho años y que no ayudó mucho en su conducción y crecimiento al país. Fue parecido a un circo. Luego y aquí doy mi opinión muy personal: cómo pudieron votar a De la Rúa, que a simple vista se lo veía que le quedaba grande el saco pero igual fue presidente... con un año 2001 también caótico y convulsionado, hasta que tuvimos cinco presidentes desde el 2001 al 2003 con un Rodríguez Saá que estuvo siete días. Todo se fue calmando cuando llegó un tal Kirchner que nadie conocía, con nuevas formas de dirigirse a la población y encarar todo un poco diferente que los otros presidentes que tuvimos. Al día de hoy, trece años de etapa kirchnerista totalmente diferente a todo lo demás, con sus muy buenas gestiones y algunas erráticas que son lógicas cuando ve que su método triunfa y que le faltan aún unos años para afianzar su modelo, además de que, por el otro lado, hubo grandes contras por medio de las grandes corporaciones y, en las últimas elecciones, que la clase media puso en duda su continuidad y se definirá en el balotaje. Analizo las edades de los argentinos que en el 2001 tenían una muy corta edad en democracia y que no saben muy bien cómo fueron las gestiones desde 1983 al 2003, sólo conocen la gestión de la etapa kirchnerista... unos a favor y otros en contra. En definitiva, no es malo lo que pasó hasta ahora porque en un país tan joven, democráticamente hablando, tenemos que ir viendo cada cuatro años como se comportan los políticos y cómo se comporta la ciudadanía y ojalá lleguemos a no votar por el menos peor. Analicemos con criterio el gobierno kirchnerista con lo bueno y con lo malo, y el 22 de noviembre votemos a conciencia. No votemos castigando a uno o a otro... Votar por Macri me parece que es volver a los 90, que no fueron buenos años, pero la ciudadanía no tiene memoria y para los que vivieron únicamente la etapa kirchnerista el voto va ser dividido, según sus propias experiencias vividas. Esto ya lo vivimos con Menem, algunos argentinos lo disfrutaron y otros lo padecieron. Votar a Macri es volver a pisar la misma piedra, y votar a Scioli es un poco la continuidad de este gobierno pero de la mano de Scioli, que va ser diferente si es que se pone el país al hombro. Rodolfo Schroeder DNI 13.323.173 San Martín de los Andes

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