A don Máximo Salinas

Quiero saludar a los habitantes de Mencué, ya que el sábado 15 por la mañana, mientras esquilaba unas ovejas en la Estancia La Noria, falleció don Máximo Salinas, referente de la entidad civil Nueva Esperanza. Quiero compartir quién era don Máximo: un paisano de bombacha, poncho y boina negra, que solía apersonarse una vez al mes por el Área Social de PAMI y allí, mientras aceptaba un café sin azúcar, acordábamos la tarea. Él era nuestro referente en los temas de los jubilados de la ciudad, y con inmenso esmero, responsabilidad, persistencia y desinteresadamente llevaba adelante lo encomendado. Todos los meses venía a Roca a buscar el dinero para los bolsones alimentarios, que en Mencué reciben 53 personas, y podía llegar tanto en micro como en la camioneta del panadero, el médico, el maestro o de todo aquel que lo acercara hasta acá. Todos los años compartíamos la entrega de leña para los 53 jubilados elegidos, y con viento, lluvia o frío pesábamos 1.100 kg de leña para cada uno, que nos llevaba unas 14 o 15 horas.

Don Máximo también le hacía a la esquila, allí donde lo sorprendió la parca. Otra de sus virtudes era preparar ganado para exposiciones en La Rural y con orgullo contaba los premios que los toros recibían.

Don Máximo Salinas (78 años) vivía en Mencué, de unos 800 habitantes, a 258 km de aquí, 140 km de asfalto y 150 de tierra, donde los micros tienen una frecuencia de 1 día por semana, la señal de internet llega si por las noches te subís a la lomita, las ambulancias de Vital se resisten a llegar y el anterior gobierno nacional le asignó un expendio de combustible que estaban por quitarle. Uno de esos tantos lugares de la Patagonia con alambrado y desierto, al que muchos funcionarios nunca concurren y muchas veces pareciera ha sido echado al olvido. Vaya un saludo para la esposa e hijos de Máximo, a Luis Cejas, nuestro voluntario; Darío Macaya y todo el equipo de Salud Pública.

Marcela Laría

DNI 13.267.361

Marcela Laría

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