El caso Etchecolatz

Creer que el tiempo y la edad transforman un alma cruel en bondadosa es tanerrado como esperar alguna vez una completa e imparcial Justicia.

A principios de enero, cuando Miguel Etchecolatz, genocida con seis cadenas perpetuas en su haber por crímenes de lesa humanidad juzgados y sentenciados en democracia; obtuviera el beneficio de “prisión domiciliaria” el diario La Nación publicó mi carta “Etchecolatz” (02.01.2018), laque junto a marchas, acciones legales y protestas de toda la población de Mar del Plata (ciudad en donde residiría) ayudó a mostrar la disconformidad de toda una Comunidad a tan aberrante medida. Hoy casi dos meses después, y ante circunstancias poco claras que mezclan desde amenazas a familiares de desaparecidos que protestaban en las inmediaciones de la vivienda en donde éste se alojaba, relevamientos fotográficos de los manifestantes en marchas, y “salidas” violatorias de reglas y prohibiciones en traslados de Etchecolatz a centros de salud locales; la Cámara Federal de Casación Penal le revocó el beneficio de la prisión domiciliaria al ex jefe de investigaciones de la Policía Bonaerense quien deberá retornar a prisión común. Vale preguntarse ¿qué pasará ahora con el resto de los genocidas ya beneficiados con prisión domiciliaria y con los 96 que alojados hoy en Campo de Mayo esperan listados para obtener ese beneficio en breve?. Por más duro que sea aceptarlo, estas personas no sólo cometieron crueles atrocidades hacia sus conciudadanos sino nunca se arrepintieron de haberlas hecho. Creer que el tiempo y la edad transforman un alma cruel en bondadosa es tan errado como esperar alguna vez una completa e imparcial Justicia.

Karina Zerillo Cazzaro DNI 21.653.863