El transporte en Neuquén

La carta destacada

Casi nunca fue pensado como algo sistematizado: colectivos por un lado, taxis y remises por otro, tren aparte y transporte suburbano por otro. Nunca se definió qué es lo que más conviene a los habitantes. Y ahora Metrobus, una inversión nacional que pasó de 125 a 505 millones y que beneficiará a un 30% de los pasajeros del transporte. El resto, igual.

Es bueno un poco de historia: cuando Neuquén pasó de ciudad-pueblo a ciudad teníamos tres líneas de colectivos que llegaban a los barrios con calles de tierra, con horarios irregulares. En el siglo XX se realizó la primera licitación y aparecieron los colectivos rojos de Indalo, nos dijeron que era la solución. Pasaron los años y sigue siendo uno de los problemas importantes de la ciudad de 300.000 habitantes.

El reemplazo del mal servicio es por la tremenda cantidad de autos que fluyen y se mueven dentro del radio urbano colapsando todas las troncales en ciertas horas y transformando la ciudad en un caos automotor y peatonal.

Integremos el tren y los transportes suburbanos, sistematizemos el servicio público, coordinen entre Municipio, Provincia y Nación.

¿Es imposible pensar en un tren con más estaciones –al menos entre Cipolletti y Plottier, con parada en el aeropuerto, terminal de micros, Sapere, etc.– y redes de servicio y transporte de norte a sur, acercando a los pasajeros a los lugares con un único boleto? (como se ve en las ciudades más amigables). Al menos se puede debatir para lograr consenso y una buena solución. No será mejor y más barato que romper la Ruta 22 o la meseta para hacer un Metrobus. Basta de parches, busquemos un sistema de transporte público de pasajeros.

Raúl Dobrusin

DNI 10.112.372

Raúl Dobrusin

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