Padre José María Brentana, ejemplo de vida cristiana

La foto del lector

Debido a que el 28 de mayo se conmemora el Día Nacional de los Jardines de Infantes y de las Maestras Jardineras en nuestro país, quiero hacer mención al padre José María Brentana porque lleva su nombre el primer jardín de gestión provincial en la ciudad neuquina.

Nació en Chiari, Lombardía (Italia), en 1870, y luego de unos años en el seminario diocesano de Brescia pidió entrar al noviciado salesiano. Un año más tarde, en 1889, partió como misionero a América. El 11 de febrero de 1895 fue ordenado sacerdote en Carmen de Patagones por monseñor Juan Cagliero. Entre 1912 y 1940 fue cura universal del Alto Valle del Río Negro y Neuquén y logró hacerse querer por toda la gente de esa extensa zona.

¡Cuántas veces se quedó sin comer, dando su almuerzo o cena al que se lo pedía!

Podríamos escribir la vida de este salesiano enumerando las capillas que se deben a su empeño en el Alto Valle o las calles que actualmente llevan su nombre en cada pueblo o ciudad. Era un padre inquieto: terminaba su ministerio en algún lugar y se marchaba por cualquier atajo para continuar divulgando la palabra.

“Orillaba las vías caminando sobre los terraplenes; su andar apresurado ondulaba según los altibajos de los durmientes, renqueando con un desequilibrio típico. Cuando avizoraba a lo lejos la locomotora, daba un brinco, la locomotora llegaba hasta los pies del cura. Tascaba los frenos, chirriaba y se detenía piafando. En todas las ventanillas se arracimaban las cabezas de los pasajeros. Todos saludaban a los gritos al sordo padre José María, al subir lo acosaban con augurios y preguntas”, asegura Pascual Paesa en “El santo desorden del padre José María” y hace referencia a sus viajes en tren en nuestra zona ya que aún no estaba construido el puente carretero Cipolletti-Neuquén.

Todos recurrían a él en las necesidades y las circunstancias difíciles. Su cuerpo era chiquito, de tez blanca y casi calvo: parecía muy viejito, pero era fuerte y firme.

Su presencia era requerida en todos lados: en el pueblo, las chacras, de día y de noche; él no tenía horario para nada y no sentía cansancio jamás. Andaba en un sulky chiquito, con un caballito zainito, y era un insaciable lector. Falleció en Cipolletti el 21 de marzo de 1944. El padre José María es el buen pastor del Río Negro y Neuquén.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256


Temas

Historia

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios