Pesada herencia y presupuesto

La pesada herencia como argumento del oficialismo y su rechazo por la oposición son expresiones repetidas. El gobierno lo utiliza para justificar todos sus inconvenientes y fracasos, sosteniendo que todo se hizo mal y que les cuesta mucho, partiendo de esos lugares, hacer las cosas bien. Los adherentes al gobierno anterior sostienen – más o menos – que todo lo criticado es elogiable y tuvo como resultado mejores condiciones de vida.Sin embargo, párese cada cual donde quiera, hay que reconocer que el mérito de la herencia resulta una pesada carga para esta administración. Es muy sencillo ver por qué: el gobierno anterior marchaba en un sentido, y éste en el contrario. Veamos: La economía anterior se sostenía en un mercado activo interno, la actual renueva la propuesta monetarista de Milton Friedman y los Chicago Boys, tratando de reducir el circulante para “enfriar” la economía; la economía anterior desarmaba la “inflación por expectativa” mediante acuerdos, la actual la deja liberada al “mercado”; el gobierno anterior pretendía financiarse internamente, el actual quiere financiarse externamente, con el FMI; el gobierno anterior consideraba inversión la atención de la salud, la educación, las jubilaciones, para la administración actual es un gasto. En esas condiciones se desencadenará la “discusión” del presupuesto nacional, que hay que votar por la gobernabilidad o rechazar porque convalidaría la irrupción del FMI. Por lo cual es hora de preguntarse cómo puede elaborarse (no digo discutirse) un presupuesto sin pautas medianamente aproximadas de inflación, relación peso – dólar, proyección del PBI por mencionar solamente algunas de las bases de cálculo fundamentales. En un marco de absoluta inestabilidad y bruscos cambios de orientación macrofinanciera cualquier presupuesto será un invento voluntarista salga a favor o en contra de la pesada herencia.

Julián Alvarez

DNI 7.574.027