Réquiem para un numerario

El tiempo pasa y es implacable. Fuiste alguna vez nuevo y fuerte. Era un lujo tenerte. Tenías valor, valías mucho. Todos queríamos tenerte. Y contigo nos sentíamos Gardel.

Hoy estás todo viejo, sucio, hilachento, desmerecido y desvalorado. No valés nada. Incluso estás roto por todas partes. Das lástima.

Y pensar que tuviste un momento de gloria cuando todo se podía comprar con vos. Era la vida por dos pesos. Hoy don Bartolo está más triste que nunca: se fue para abajo como la lana negra. Viéndote dan ganas de llorar. Y te sentís despreciado porque nadie te quiere. Es que ya no valés ni siquiera un caramelo.

Y ¡quién te ha visto y quién te ve, ya pronto serás una pieza de museo! ¿Será tal vez el Museo Mitre ese que llevás estampado al dorso? Lo que más indigna es que estás todo manoseado, ¡Triste destino el de Mitre! Que si bien perdió batallas y pertrechos, no se merece esta realidad. Hasta algunos osados e irrespetuosos te pintan con bigotes y el pelo largo. ¡Qué poco valés! Desmerecido estás, triste, solitario y final. La sentencia ya pende sobre tu cuello. No nos veremos más como dice el tango. Adiós, billete de dos pesos, adiós.

Jorge Castañeda

DNI 8.569.045


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