Caso Belsunce: la defensa volvió a atacar al vecino Pachelo

BUENOS AIRES (DyN).- La defensa del viudo Carlos Carrascosa desplegó ayer su artillería más pesada contra Nicolás Pachelo, el vecino del country Carmel donde mataron a María Marta García Belsunce, y logró que se leyera, a regañadientes del tribunal, una pericia psicológica realizada al sospechoso favorito de la familia en una causa en la que fue condenado por robo agravado.

La pericia, que describía a Pachelo como «violento», «evasivo» y con marcados «componentes agresivos y de omnipotencia», pareció un pequeño triunfo del viudo, en medio de una puja con el fiscal Diego Molina Pico, que cuestionó la incorporación de esa prueba, porque -subrayó- «acá (el juicio) es contra Carrascosa».

Tras una guerra verbal para decidir si había que privilegiar la privacidad de Pachelo o el derecho de defensa en juicio del viudo, el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro aceptó leer la pericia a puertas cerradas.

Fue después de que los jueces prohibieran a la defensa que se leyera una desgrabación de una charla entre la pareja de Pachelo y el abogado defensor, que había sido dispuesta en la causa por robo.

Según trascendió, allí Inés Dávalos le habría dicho al letrado Roberto Ribas, al momento de la detención de su pareja por los robos: «Justo ahora que había zafado de lo otro…», comentaron fuentes judiciales.

Curiosamente, la última audiencia de la tercera semana del juicio oral y público contra Carrascosa tuvo una particularidad inédita: en ningún momento se habló del crimen de María Marta García Belsunce, la socióloga que el 27 de octubre de 2002 apareció muerta en una bañera, con cinco balazos en la cabeza, y por cuyo crimen Carrascosa podría recibir la reclusión perpetua.

Es que la defensa de Carrascosa está ventilando cuáles serán las pruebas que usará en el proceso oral para defenderse: la estrategia es demostrar la inocencia del viudo en una investigación que habría sido direccionada en su contra, y en la que había otros sospechosos, como Pachelo y vigiladores del country, que tenían antecedentes de robos.

En su hipótesis, la familia sostuvo que María Marta fue asesinada durante un robo cuando volvió antes de tiempo aquel domingo a su casa, luego de que la lluvia frustró los planes de la socióloga de jugar al tenis, antes de que fuese el horario de atenderse con su masajista. Pese a esa intención, la Justicia procesó como coautor de homicidio al viudo, y a la masajista, al médico que la atendió y a familiares y amigos por encubrimiento agravado, ya que sostuvieron que la mujer había muerto en un accidente.