Caso Magnolia: la condena a Lagos fue de 18 años

Es el expolicía responsable del intento de femicidio de Magnolia Salas y el asesinato de Javier Soto. El juez encontró como agravantes que disparó 11 veces contra las víctimas y el pequeño hijo de la mujer. El imputado había confesado el hecho.

Redacción

Por Redacción

El expolicía Alejandro Lagos (34) fue condenado a 18 años de prisión por el intento de femicidio de Magnolia Salas (19) y el homicidio de Javier Soto. El juez que le impuso la pena tuvo en cuenta que disparó 11 veces con una pistola 9 milímetros contra las víctimas, su expareja y el actual novio de ésta respectivamente.

Lagos les disparó luego de irrumpir con violencia en la casa de Salas, y al descubrirlos juntos en la cama en la que también estaba el pequeño hijo de Magnolia, quien resultó ileso. Fue en la madrugada del 27 de noviembre de 2016 en el barrio San Lorenzo.

La pena le fue impuesta ayer por el juez Mauricio Zabala en un fallo de siete carillas. A fines de septiembre, un jurado popular encontró culpable a Lagos de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de autor y tentativa de femicidio.

El fiscal Agustín García y las querellantes Celina Fernández y Jorgelina Montero habían pedido 30 años de prisión para el expolicía.

Consideraron en sus alegatos que el hecho se produjo en un contexto de violencia de género y que se puso en peligro la vida del hijo de Magnolia.

Añadieron que Magnolia salvó su vida gracias a la intervención de los médicos del Castro Rendón, ya que recibió cuatro disparos. Jara en cambio sufrió siete impactos y murió de inmediato.

El juez Zabala lo tuvo en cuenta. En el fallo conocido ayer remarcó que Lagos había sido entrenado en el uso del arma por su condición de policía.

“No debe soslayarse la cantidad de disparos que efectuó a dos personas que se encontraban en estado de absoluta indefensión, como tampoco que los disparos fueron todos dirigidos a zonas vitales: a Soto en la zona de su cabeza y a Salas en el torso”, escribió el juez.

Remarcó en otro párrafo “la capacidad de fuego de una nueve milímetros con balas encamisadas que aumentan considerablemente la posibilidad no sólo de lesión por disparo directo, sino también por rebote en un recinto de pequeñas dimensiones, los cual no podía desconocer Lagos en razón de su oficio”.

La defensa ejercida por Verónica Zingoni y Leandro Seisdedos había pedido 10 años y 8 meses.

El juez consideró como atenuantes la falta de antecedentes de Lagos y que en el juicio confesó el hecho.

 

Secuelas

de por vida

Magnolia sobrevivió al feroz ataque de su expareja, pero arrastra las secuelas de un episodio que arruinó su vida.

Antes de sufrir esta tentativa de femicidio, la joven tenía dos trabajos, vivía sola, pagaba una niñera y tenía proyectos.

Ahora es una persona que depende de otra para tareas rutinarias como tomar un colectivo, y además presenta secuelas físicas que se advierten en sus problemas para caminar.

La joven venía sufriendo episodios de violencia de género antes de esa trágica madrugada en la que Lagos arruinó su vida.

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