Catriel empieza a sentir el rigor de la crisis petrolera

Empresas de servicios, talleres, gomerías ya advierten la complicada situación y algunos enfrentan el corte de la cadena de pagos. El comercio de la ciudad bajó sus ventas en este tiempo.

CATRIEL (ACA).- La caída de puestos de trabajo y de trabajadores en «stand by» va profundizando la crisis en esta ciudad. Los sectores más afectados son el comercio y las pequeñas empresas de servicio. Los desocupados comienzan a organizarse. El hospital local continúa con la misma demanda que tenía antes de esta situación y en los bancos comenzaría a notarse atraso en pagos de créditos y menor cantidad de operaciones.

El sector más afectado es el de las pequeñas empresas de servicio y por ahora no hay indicios de solución. Esta semana que terminó sólo los transportistas se reunieron con el ministro de Producción Juan Acattino y con funcionarios de transporte, pero no salió de allí solución concreta sino la recomendación de unirse en alguna entidad gremial, además de conformar una cooperativa que les permita «pelear» contratos con mayor fuerza. Pero quedan fuera varias empresas con distintos servicios, talleres, tornerías, gomerías y demás que tienen serios problemas de subsistencia, ya que tienen que mantener a su personal pero se ha cortado la cadena de pagos desde hace ya más de cuatro meses.

El comercio es el segundo eslabón que ha visto disminuir las ventas, principalmente en el rubro comidas, aunque otros sufren además mora en pagos de créditos. No se trata sólo de desocupados, sino principalmente de trabajadores que por acuerdo entre las empresas y el gremio, cobran el sueldo sin salir de sus hogares. Estas personas percibían beneficios tales como horas de viaje pagas y dinero para viandas, entre otros ítems que al no estar en actividad no ingresan a sus bolsillos. Así, obreros que percibían de bolsillo entre 8 y 12 mil pesos pasaron a disponer sólo de cinco mil pesos, con los cuales deben afrontar compromisos de pago contraídos con anterioridad.

En el caso de almacenes, despensas y carnicerías, aseguraban sus ganancias en las ventas diarias a los trabajadores que todas las mañanas pasaban a comprar mercadería para su comida diaria. Pero como hay un gran número de personas a las que se les paga el sueldo pero no salen a trabajar, las ventas de alimentos bajaron abruptamente.

Se rumorea que en los bancos existe preocupación por la mora en tarjetas de crédito y créditos, a lo que se sumaría un menor número de operaciones. Este diario consultó al Banco Patagonia, sucursal Catriel, pero desde allí derivaron la consulta al área de prensa de esta entidad en Buenos Aires. Desde allí, Alejandra Prat, coordinadora de Prensa, intentó infructuosamente obtener datos concretos que al cierre de esta edición no habían aparecido.

En el hospital local aún se ha notado el impacto de la crisis. Según dijeron desde estadísticas, el número de pacientes se mantiene. Esto es así porque quienes trabajaban en las empresas aún disponen de la obra social que les brinda cobertura hasta tres meses después de producida la baja.

Tampoco hay éxodo de familias. Esto es porque quienes perdieron su trabajo son personas radicadas en esta ciudad -en la mayoría de los casos, hijos de petroleros- quienes disponen de vivienda y soportan la desocupación con la ayuda de sus familiares. Por ello, estas mismas personas están organizándose en una agrupación de desocupados que ya comenzó a gestionar la recuperación del empleo.

En Catriel no le atribuyen este presente sólo a la crisis, sino que también hablan de especulación.


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