Catriel ya tiene «El rinconcito de los enanos»

CATRIEL (ACA).- Un grupo de quince personas, en su mayoría jóvenes, están embarcadas en un proyecto de ayudar a los niños en una de sus necesidades mas urgentes: el alimento.

Por esta razón, el sábado por la noche inauguraron un emprendimiento solidario llamado «El rinconcito de los enanos», una chacra ubicada en las cercanías de Catriel para albergar a cincuenta chicos y sus madres todos los sábados y así compartir algo más junto con el desayuno, el almuerzo y la merienda.

Fabián Rojas y Blanca, su esposa, explicaron el inicio de este sueño: » Un día estábamos mirando televisión con mi esposa, y viendo la realidad que nos rodeaba nos dijimos que había que hacer algo. Nos juntamos con chicos que habían trabajado en campañas solidarias y nos encuadramos como voluntarios de la Red Solidaria Nacional y empezamos a trabajar con la campaña «el hambre más urgente».

«Cuando anduvimos en la calle vimos mucha necesidad, comenzamos a darle la merienda a seis chicos en casa, luego fueron trece y después treinta, ya no entraban en nuestro departamento. Además, nos dimos cuenta que la leche no les bastaba, entonces les dimos comida», resumió Blanca.

Esta chacra de alrededor de cinco hectáreas ha sido cedida por la familia Pocogsnich y se encuentra a tres kilómetros del centro; por el momento el transporte lo afrontan los integrantes del «rinconcito de los enanos» pero están buscando conseguir el traslado y así volcar esos fondos a la granja.

Rojas detalló a quiénes va dirigido el emprendimiento y la actividad a partir del próximo sábado: «»El rinconcito de los enanos» está orientado a chicos con riesgo social o nutricional; nosotros tenemos seis chicos desnutridos que están en tratamiento, se les consiguieron los remedios, los análisis y se están recuperando. Además de las comidas les damos cuidados médicos ya que hay profesionales que están colaborando con nosotros y vamos a rescatar ciertos valores éticos, familiares que están perdidos».

Nélida, otra integrante del grupo hizo hincapié en la presencia de las madres de los niños, » hay todo un programa de integración con las madres, se les van a dar cursos de capacitación en huertas, ellas van a cocinar. A los chicos se les va a enseñar que hay que cultivar la tierra, que haciendo eso se puede vivir un poco mejor. Tratamos de estar en todos los detalles que hacen que el chico se sienta protegido y la madre tenga confianza en nosotros».

Actualmente el grupo atiende a cuarenta chicos y por la infraestructura y los recursos está previsto un cupo máximo de cincuenta. Hay desde bebés hasta chicos de 10 años, pero «ponemos más cuidados en los niños hasta cinco años, que es cuando deja secuelas la desnutrición; pero la mayoría de los chicos que vienen tienen hermanitos más grandes, entonces es imposible decirle a uno que sí y al otro que no», comentó Flavia.

«La comida salió siempre del bolsillo nuestro, luego la gente se fue enterando y fue colaborando, de hecho el domingo último se hizo una campaña en el boliche «Canela» y se juntaron cerca de 300 kg. de alimentos», dice Rojas que está al frente de este grupo de ayuda.