Cayó un 60% la hidrogeneración en el Comahue

La sequía hizo caer la producción de electricidad en las presas locales. En la región la demanda creció por debajo del promedio nacional.

NEUQUEN (AN) – Las centrales hidroeléctricas del norte de la Patagonia, que fueron durante esta década un puntal del sistema energético argentino, generaron durante el mes pasado un 60% menos de electricidad que en julio de 2006. Son las consecuencias de una poderosa sequía que todavía se mantiene, especialmente en los ríos de la zona norte de Neuquén.

Fue tal la caída en la producción de electricidad de las siete centrales hidráulicas de la región que ese hecho terminó empujando hacia abajo el promedio nacional de este tipo de generación: un 30,2% menos, frente al crecimiento del 21,2% de la energía térmica y el 14,2% de la nuclear, según la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa).

Ya se sabe que, a pesar de las fuertes restricciones que la industria y los grandes comercios soportan desde el mes pasado, en julio la demanda de electricidad creció un histórico 8,6% respecto del mismo mes del año anterior.

Ese dato habla de crecimiento de la economía pero hay otra explicación, ligada al frío: en julio la temperatura media del país fue de 9 grados, contra los 14 del año anterior.

La zona norte de la Patagonia, que tiene la mayor potencia instalada de electricidad del país, cuenta con centrales hidroeléctricas en el río Limay (Alicura, Piedra del Aguila, Pichi Picún Leufú, El Chocón y Arroyito), el Neuquén (Planicie Banderita) y el Colorado (Casa de Piedra).

La crisis energética que el gobierno nacional viene queriendo disimular desde 2003 no fue antes más grave porque en esta zona del país sobró electricidad generada con agua.

Este era el invierno clave porque en el que viene ya estará seguramente funcionando una de las dos centrales térmicas financiadas con las acreencias de los generadores en Cammesa. Pero la época de ríos caudalosos llegó a su fin y nadie, ni los más avezados meteorólogos, se animan a predecir cuándo regresará.

Entre enero y julio pasados, la generación hidroeléctrica cayó en todo el país un 2,8%, sobre todo porque en la Norpatagonia la disminución en esos siete meses fue del 30%. En la principal cuenca del país, la del Plata, Yacyretá (río Paraná) y Salto Grande (Uruguay) incrementaron sus generaciones.

La disminución de la producción de electricidad es proporcional a la caída de los caudales de los ríos: el Collón Cura tuvo en julio un 61% menos de agua que en 2006; el Limay, un 66,3%; y el Neuquén, un 52%.

Las ventas de las distribuidoras locales de electricidad aumentaron durante el mes pasado, pero en menor proporción a la media nacional. CALF, en la ciudad de Neuquén, entregó un 5,3% más de luz que en julio de 2006; la CEB, en Bariloche, un 7,8%; Edersa, en el resto de Río Negro, un 6,67% y el EPEN, en el interior del territorio neuquino, un 5,1%.


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