Centenario estuvo casi un día en penumbras

CENTENARIO (ACE)- Por un día gran parte de esta ciudad vivió en penumbras debido a un corte de luz general.

No hubo semáforos. Tampoco estaciones de servicios, escuelas, talleres, radios y bancos. Los comercios estuvieron cerrados; las panaderías se quedaron sin elaborar su producto. Las carpinterías tampoco trabajaron, y las metalúrgicas decidieron por un día cerrar sus puertas. Los comercios de alimentos perecederos fueron los más afectados, ya que la ausencia de energía les provocó enormes pérdidas debido a la interrupción de la cadena de frío, lo que llevó mucha preocupación a los comerciantes.

El desperfecto se inició a las 22.40 del martes por causas que están siendo peritadas por el EPEN (pudo ser un rayo), lo que originó falla en el alimentador CEN 1. A partir de allí se sucedieron otros problemas hasta que, pasadas las 23.30, se normalizó el suministro; pero a las 4.40 otro alimentador, el CEN R, salió de servicio, dejando sin luz a la mayor parte del casco urbano.

Luego de varios intentos por reanudarlo, los obreros del EPEN trataron de reconectar el servicio, lo que lograron recién a las 11.58, salvo para un sector delimitado por toda la calle Bolivia, el barrio 173 Viviendas, calle 9 de Julio hasta el barrio Dos de Abril y las calles Honduras, Costa Rica y Canadá, las que permanecían a oscuras al cierre de esta edición.

El encargado de prensa del EPEN, Martín Roques, confió en que el suministro en ese sector se normalizaría en las primeras horas de hoy.

Si bien la zona del alto fue la más afectada, en el casco viejo de la localidad pasó una jornada de duda y ansiedad. Es que a medida que pasaba el tiempo y la noche se acercaba, los ciudadanos afectados con el corte de luz comenzaron a inquietarse por su seguridad.

Pero a pesar de todo no se informaron sobre emergencias en la guardia del hospital ni en el cuartel de bomberos ni en la comisaría local. Las autoridades del servicio hospitalario temían por la suerte del generador de energía del nosocomio, luego de todo un día de funcionamiento.

Los llamados a la guardia del EPEN fueron alternando esperanzas en los vecinos. Es que en las primeras horas de la mañana se había anunciado que la solución llegaría al mediodía pero sólo fue por un par de horas para un sector.

Finalmente, cuando al promediar la tarde los vecinos acudían al teléfono para saber la situación, lacónicamente se les informaba que no se sabía cuándo se solucionaría el inconveniente.

Así la tarde se fue consumiendo y los problemas en los diferentes sectores de la ciudad se fueron sucediendo.

Los más afectados por el inconveniente fueron los propietarios de los negocios de comida, supermercados, carnicerías, kioscos y heladerías, ya que varios de ellos intentaban vender cuanto antes sus productos para evitar que perdieran la cadena de frío y así la pérdida sería cada vez mayor. Muchos de ellos intentaron en vano buscar una solución, pero ya avanzada la noche las esperanzas de que volviese la luz se iban disipando.

También sufrieron los efectos del apagón los expendedores de combustibles, quien debieron cruzar las mangueras de los surtidores con los lógicos inconvenientes para los propietarios de autos o medios de transportes.