Cerró la Fiesta de la Fruticultura

CINCO SALTOS (ACS).- Miles de visitantes de la ciudad y la región disfrutaron de las exposiciones de artesanías, microemprendimientos y labor industrial que se mostró en estos días en el predio de la sexta edición de la Fiesta de la Fruticultura.

Ayer, los jóvenes vibraron con el rock local y de Buenos Aires que significó la presentación de «Kapanga», precedidos por los saltenses «Profano», en tanto anoche se palpitaba la llegada de Soledad para los minutos antes de la coronación de la nueva soberana, programada para la medianoche.

Se esperaba de las hermanas de Arequito la interpretación de su producción reciente «A donde vayas», y los clásicos que desde hace años provocan el aplauso de sus seguidores.

Pese a los pronósticos de tormenta e inestabilidad, la sexta edición de la fiesta contó con dos jornadas signadas por el buen tiempo para los visitantes. Hasta las primeras horas de la segunda jornada, se calculaba que más de 4.000 personas habían pagado sus entradas.

En el predio, la familia pudo disfrutar de la recorrida por los stands institucionales, los de artesanías en madera, mimbre, caño, producciones de artistas plásticos, delicadezas elaboradas en centros de microemprendimientos y los recientes emprendimientos que funcionan en la región.

Los establecimientos de apicultores, la labor desarrollada por manufacturas de elaboración artesanal (como alfajores, tortas, dulces) de diversos puntos de la provincia, los productores de granja y los nuevos emprendimiento de granja y reconversión en la zona saltense, dieron un marco interesante a la recorrida.

Para quienes se quedaron a comer hubo para todos los gustos: desde las tradicionales ofertas de choripanes, papas fritas, golosinas y panchos; hasta asado de chivito y cordero patagónico para quienes prefirieron una mesa en un centro de comidas ubicado en una globa.

Las instituciones mostraron su quehacer, y especialmente la industria frutícola expuso los avances tecnológicos, desde una máquina clasificadora de fruta sistematizada por color y tamaño hasta modernos tractores.

Las jornadas de fiesta transformaron también las calles céntricas linderas al predio: los comercios cercanos a Blumetti y Roca permanecieron con sus luces y vidrieras encendidas y arregladas para atraer la vista de quienes entraban o salían del paseo.

Debido al buen tiempo y a una gran cantidad de público demabulando por la calle estos tres días, la avenida Roca se transformó en un paseo nocturno que fue bien aprovechado por confiterías y heladerías de los alrededores. Hasta estatuas vivientes y ambulantes se desplegaron en los alrededores como alternativa del recorrido por fuera del predio de la Fiesta.

La comisión organizadora del evento se mostró conforme con el desarrollo de las dos primeras noches. Salvo algunos detalles que no hicieron mella al buen desarrollo general de la sexta edición, el evento se llevó a cabo con mayor envergadura y más presencia que las anteriores ediciones.