Chávez, el dinero

ANDRÉS OPPENHEIMER (*)

El presidente narcisista-leninista de Venezuela, Hugo Chávez, no les está sacando mucho rédito a los miles de millones de dólares que viene gastando en relaciones públicas en el exterior: según una nueva encuesta, su popularidad en Latinoamérica difícilmente podría ser más baja.

Un sondeo realizado a 20.200 personas de 18 países latinoamericanos por Latinobarómetro, una empresa con sede en Chile, revela que, cuando se les pidió que evaluaran a los líderes extranjeros en una escala del 0 a 10 –en la que el 10 equivale a una imagen “muy buena”– los encuestados le dieron a Chávez la peor calificación de una lista de 17 líderes regionales y mundiales.

Y lo que podría dolerle aún mas al venezolano es que, según la misma encuesta, el líder con la mejor imagen es el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien sacó un promedio de 7 puntos. Le siguen en la lista el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, con un puntaje de 6,4; el rey Juan Carlos de España, con 5,9; el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y la presidenta chilena Michelle Bachelet, empatados con 5,8 puntos cada uno, y el presidente de México Felipe Calderón y el presidente de Costa Rica Oscar Arias, empatados en 5,7.

Al final de la lista figuran el copresidente de facto de Cuba, Fidel Castro, con 4 puntos, y Chávez, con 3,9 puntos.

Resulta interesante que, según lo revelan las cifras de Latinobarómetro, Chávez tiene mejor imagen en su país que en el exterior. Tiene un 50% de imagen positiva en Venezuela, mientras que su porcentaje de aprobación es del 41% en El Salvador, 33% en Bolivia, 27% en Argentina, 18% en Honduras, 16% en Perú, 15% en Chile, 13% en México y 12% en Colombia.

Los resultados generales de la encuesta resultan sorprendentes, si uno tiene en cuenta las toneladas de dinero que Chávez está gastando en promocionar su imagen en el exterior.

Según otro estudio realizado por el partido de oposición venezolano Primero Justicia basándose exclusivamente en anuncios oficiales del gobierno de Chávez, Venezuela gastó u$s 53.000 millones en “regalos” a otros países durante los cuatro años que terminaron en diciembre del 2008, o el equivalente a u$s 14.500 millones por año.

Esa cifra incluye los anuncios oficiales de compra de bonos de la deuda externa argentina, así como donaciones de petróleo a Cuba, Nicaragua, El Salvador y Estados Unidos, y escuelas, hospitales y otros proyectos sociales en toda la región. No incluye los millones de dólares en ayuda extraoficial, como la maleta llena de efectivo descubierta en Argentina en el 2007.

En el 2009, debido a la caída del precio del petróleo y a las crecientes críticas domésticas a la generosidad de Chávez en el exterior, la ayuda externa oficial de Venezuela cayó a unos u$s 3.000 millones, según me dijo un investigador que está preparando un informe actualizado del estudio de Primero Justicia.

¿Cómo se explica la poca popularidad de Chávez?, le pregunté a Marta Lagos, la directora de Latinobarómetro.

“Su imagen en la región ha caído mucho desde el 2006”, me dijo. “A los latinoamericanos no les gusta que otras personas se metan en sus asuntos internos. Y el liderazgo asistencial, paternalista, un poco denigrante, de dar dinero y luego cacarearlo, no cae bien”.

Eso se hace más evidente cuando se compara con el alto nivel de aprobación en la encuesta que recibieron Obama y Lula, dijo Lagos. Ambos presidentes tienden a ser más humildes al hablar de su ayuda externa, agregó.

Mi opinión: la encuesta de Latinobarómetro confirma lo que muchos de nosotros sospechábamos desde hace tiempo, y es que la popularidad de Chávez es directamente proporcional a los precios del petróleo.

Aunque Chávez nunca ha estado entre los líderes más populares de la región, cuando el valor del petróleo estaba en las nubes en el 2008, había más latinoamericanos que lo apreciaban. Ahora que los precios del petróleo y la ayuda externa de Venezuela han bajado, la poca popularidad que tenía el presidente venezolano en el exterior ha caído aún más.

Todo esto me lleva a creer que, si el precio del petróleo se mantiene en el nivel actual, tal como prevé la mayoría de los economistas, es probable que la influencia de Chávez en Latinoamérica disminuya. La fabulosa riqueza petrolera de Chávez probablemente le dé recursos suficientes como para costear su megalomanía en Venezuela y algunos pocos países aliados, pero no le alcanzará para financiar su proyecto de liderazgo continental.

A juzgar por los resultados de su inversión, el presidente venezolano podría estar cantando la vieja canción de Los Beatles,” Money can’t buy me love” o “El dinero no me puede comprar el amor’’.

(*) Analista internacional


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