Chaleco López sorprendió a los favoritos en motos

Francisco López ganó la primera etapa del Dakar en motos, escoltado por secundado por Frans Verhoeven y Pablo Quintanilla. El campeón Cyril Despres llegó quinto. El mejor argentino fue Javier Pizzolito, quien terminó octavo. Un corto tramo de velocidad sirvió para mostrar lo duro que será la prueba, más que nada en las dunas peruanas. Chaleco López, con su KTM, quiere tomarse revancha de lo que le pasó en la edición anterior del Dakar, cuando después de empezar bárbaro en la etapa se cayó. Por precaución decidió abandonar, por lo que esperó su revancha. Ahora, con la motivación extra de ser el mejor representante chileno entre las motos y la finalización de la prueba en Santiago, el trasandino quiere la gloria máxima en una categoría donde se repartieron los triunfos en las últimas ediciones Despres, quien defiende el título, y el español Marc Coma, ausente porque no se recuperó de una lesión. Ayer dio el primer paso en busca de ese objetivo, al ganar la etapa inicial con un tiempo de 07m 51. El holandés Frans Verhoeven llegó como escolta con su Yamaha, a apenas un segundo del vencedor, y tercero otro chileno, el sorprendente Pablo Quintanilla, a sólo 5s con su Honda. Patricio Cabrera redondeó un gran día para los pilotos chilenos, ya que quedó cuarto con su Kawasaki, aventajando nada menos que al campeón Cyril Despres, el gran candidato con su KTM. Como se esperaba, anduvo muy bien el argentino Pizzolito, del equipo oficial Honda, quien a pesar de no asumir riesgos se metió octavo en un impecable trabajo, aventajado a dos muy experimentados, como el holandés Pal Anders Ullevalsetter y al español Bort Barreda. En la general, y siguiendo la misma disposición que en los quads de multiplicar por cinco minutos los tiempos, López quedó primero con 39m15s. Después aparecen Verhoeven, a 5s; Quintanilla, a 25s; Cabrera, a 55s, y Despres, a 1m 15s. Pizzolito, como se esperaba, se convirtió en el mejor de los argentinos, con un valioso octavo lugar, a 1m 45s del líder. La posibilidad de acelerar en la arena le permite soñar en grande.