Chicos sordos cantaron con las manos y despertaron emociones
Lo hicieron en Neuquén, al celebrar los 25 años de la Escuela Especial 3, a la que asisten. Fue una fiesta plena de nostalgias y emociones, a la que sirvió de corolario la actuación de unos 40 chicos y jóvenes, empleando el lenguaje de las manos y con sus maestras de intérpretes.
NEUQUEN (AN).- Los chicos movieron sus manos y con la ayuda de las maestras intérpretes hicieron gestos seguros, mientras en el salón se escuchaba el tema «Déjame entrar en tu corazón», de César «Banana» Pueyrredón.
Los chicos sordos e hipoacúsicos demostraron ayer que en el silencio también hay sonidos y que en su lenguaje también pueden cantar. Fueron unos 40 niños y adolescentes los que la dieron vida al particular coro neuquino.
El acto fue emocionante e hizo brotar lágrimas en el público que colmó las instalaciones de la escuela especial 3.
La comunidad se ese establecimiento neuquino festejó ayer las bodas de plata y renovó el compromiso de trabajar por una sociedad con igualdad de oportunidades para los chicos sordos e hipoacúsicos.
El evento se desarrolló en un clima festivo lleno de nostalgia, donde los alumnos fueron los principales protagonistas. Las muestras de cariño y comunión entre los docentes y los chicos saltaron a la vista y tuvo como testigo a un numeroso público, que colmó el hall principal.
Durante la ceremonia se entregaron presentes a directivos, docentes y alumnos que forjaron la historia de la institución. Y se descubrió una placa recordatoria de estas bodas de plata.
Pero fueron los alumnos del coro de la escuela los que fabricaron los momentos de más emocionantes y los aplausos más prolongados. Tuvieron a cargo el cierre de la ceremonia y sus pequeños rostros reflejaron la misma excitación que denotaban sus papás y sus maestros que, atentos, vigilaron cada movimiento. El compromiso no los atemorizó. Al contrario, se pararon frente al público y expresaron a través de su lenguaje de señas todo el sentimiento y la ilusión que demanda el cantar en público. El fruto de 25 años de trabajo se sintetizó en ese pequeño acto.
«Durante todos estos años los docentes y padres pusieron mucha garra y pasión en el trabajo. Por eso, cumplir las bodas de plata es sumamente gratificante», comentó emocionada la directora de la escuela especial 3, María Elia Abaca.
Explicó que no es fácil recibir a los padres de un chico sordo o hipoacúsico. «Vienen preocupados y tristes», indicó . «Pero tenemos un equi-po que siempre está abierto a mostrar que hay otras posibilidades».
La escuela especial 3 para sordos y hipoacúsicos de Neuquén comenzó a funcionar en 1975 en una vivienda alquilada y con 35 alumnos. Tuvo que esperar hasta 1980 para concretar el sueño del edificio propio. El mejor respaldo a la tarea pedagógica de una institución modelo en la región es que hoy la población escolar asciende a unos 200 alumnos, entre sordos y alumnos con necesidades educativas especiales.
Entre los objetivos que desarrollan los docentes en el trabajo cotidiano figuran: la idea de una escuela bilingüe, la atención de necesidades educativas especiales, la detección precoz de hipoacúsicos y la estimulación temprana en alumnos de nivel inicial y primario.
La directora del establecimiento destacó el proyecto de integración con los docentes de educación física que incorporó la natación y el patín carrera, con la colaboración y dirección de la patinadora neuquina, Roxana Sastre.
El establecimiento tiene 29 maestros de gra-do, tres asistentes sociales, ocho fonoaudiólogos, dos psicoterapeutas y dos profesores de educación física. La tarea no fue ni será fácil: el año próximo faltará espacio y por lo menos un docente más, en una salita de chicos de cuatro años.
NEUQUEN (AN).- Los chicos movieron sus manos y con la ayuda de las maestras intérpretes hicieron gestos seguros, mientras en el salón se escuchaba el tema "Déjame entrar en tu corazón", de César "Banana" Pueyrredón.
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