Chirac promulgó ley de empleo, pero con cambios

Realizó enmiendas a los puntos polémicos.

PARIS.-El presidente francés, Jacques Chirac, decidió ayer promulgar la ley del Contrato de Primer Empleo (CPE) con enmiendas a los puntos más polémicos para buscar una salida a la crisis, pero su propuesta fue rechazada por sindicatos, estudiantes y oposición y provocó una improvisada manifestación de miles de personas en París.

En un mensaje transmitido por radio y televisión, el jefe del Estado anunció haber pedido al gobierno del primer ministro Dominique de Villepin que modifique en el texto legal los dos puntos más espinosos del CPE: el período de prueba de dos años, que será reducido a uno, y las condiciones de ruptura del contrato, que deberán ser comunicadas al interesado.

Chirac pidió al ejecutivo que «tome todas las disposiciones necesarias» para que «en la práctica» no se pueda firmar «ningún contrato sin que integre plenamente» el conjunto de las modificaciones.

La promulgación formal de la ley puede ser una salida airosa para Villepin, quien por ahora se ha negado a hacer concesiones y ha convertido la aplicación del CPE en un combate personal.

En el otro frente, Chirac tendió la mano a los sindicatos y a las organizaciones estudiantiles, invitándolos «a participar en la elaboración» de las nuevas disposiciones que modifican el CPE.

Chirac justificó sus decisiones por la necesidad de desbloquear la situación de crisis que vive Francia desde hace más de un mes. Sin embargo, el discurso presidencial no fue bien recibido por sindicatos y estudiantes y dio lugar una manifestación de varios miles de personas a lo largo de las últimas horas de la noche, en la que no se tenían noticias de incidentes.

Varios cientos de personas, en su mayor parte jóvenes, se habían congregado en la plaza de la Bastilla, en el corazón de París, a partir de las 19H00 locales, cortando a continuación la circulación de la zona y preparándose para escuchar el discurso presidencial. Cuando Chirac realizó su anuncio, la multitud empezó a lanzar silbidos de descontento mientras se oían gritos de «Chirac en prisión, Villepin dimisión», como artífice del CPE, un contrato destinado a los menores de 26 años que permite el despido sin justificación durante dos años.

Dos grupos diferentes, compuestos en su mayor parte por universitarios y estudiantes de enseñanza media, se pusieron en marcha a continuación para intentar llegar al Palacio del Elíseo, donde tiene su sede la Presidencia francesa, constataron periodistas.

Mientras tanto, el número de manifestantes que afluía a la concentración iba creciendo hasta al

canzar varios miles de personas.

Un primer grupo se encaminó hacia la Asamblea Nacional pero ante la presencia de un importante despliegue policial renunció a su objetivo y se unión a una segunda rama de manifestantes, que desfilaron, siguiendo un recorrido improvisado por París.

Los manifestantes no consiguieron llegar ni al Palacio del Elíseo ni a la sede del gobierno y del ministerio del Interior y se dirigieron a la Asamblea Nacional, sede del Parlamento, ante la vigilancia de la policía.

Además de las protestas callejeras, las palabras del jefe del Estado provocaron la crítica y rechazo de sindicatos y estudiantes. El líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Bernard Thibault, declaró que se mantiene sin cambios la jornada de huelgas y manifestaciones previstas para el 4 de abril. Bruno Julliard, líder de la UNEF, la principal organización estudiantil universitaria, consideró que no se les escuchó. «Hace dos meses que repetimos que no vamos a negociar el CPE», insistió. (AFP)

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