Choele Choel y las familias afectadas por el coronavirus

“Estamos viviendo momentos de mucha angustia, esperando todos los días el llamado del médico de Roca que lo está atendiendo para que nos diga cómo está, que mi hermano está bien, que pronto volverá a estar con toda la familia”. Así se expresó Leticia, una de las hermanas de “Tato”, el enfermero de 40 años de Choele Choel, con antecedente con problemas respiratorios, que se encuentra internado en terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica en el sanatorio Juan XXIII, de Roca. Él, junto a Alicia de 69 años, fueron los dos primeros casos de la localidad de Valle Medio.

Las autoridades de Salud de la provincia desconocen la procedencia del virus en ambos casos. Por tal motivo, desde hace más de una semana que Choele Choel tiene en aislamiento total en forma preventiva a los familiares, lugares de trabajo, sectores de la localidad donde los pacientes habían mantenido los últimos contactos. Entre ellos, el Establecimiento de Ejecución Penal y el hogar de adultos mayores “San Antonio de Padua”, que están monitoreados las 24 horas.

Tras darse los dos primeros casos, con los días se registraron otros 6 positivos más en Choele Choel. De ellos, 5 son familiares y compañeros de trabajo del enfermero, que habían tenido contacto en los días previos a la internación, mientras que el restante es el esposo de Alicia, el ex intendente Ricardo Calvo.

Durante la charla, Leticia no pudo ocultar la angustia de la familia, que reza por la recuperación de Tato y sufre agravios por las redes sociales de algunos vecinos. “Mucha gente habla sin tener ni idea y lo que no entienden es que mi hermano se enfermó trabajando, no porque estaba de vacaciones. Y te puedo garantizar que si estuviera bien, él sería uno de los voluntarios para trabajar donde lo necesitaran, porque ama su profesión”, declaró.

“Los primeros síntomas fueron como una bronquitis con fiebre y lo estaban tratando desde el hospital. Cuando empezó con eso, dejó de atender en forma particular a personas mayores de edad, pero siguió cumpliendo su tarea de enfermero en la alcaidía donde él trabaja”, recordó.

“Cuando mi otro hermano lo llevó al hospital, ellos tomaron todas las precauciones. Usaron barbijos, guantes y la ropa adecuada para no infectar a nadie. Llegó con sus pulmones casi colapsados’’, comentó.

Tato sufrió décadas atrás una tuberculosis pleural que le afectó los pulmones, algo que lo aqueja desde entonces. Los cambios climáticos lo afectan mucho.

“Tenemos la misma incertidumbre que la gente de salud de Choel y de la provincia de saber cómo se contagiaron mi hermano y Alicia del virus.”
Mientras repasa momentos agradable s de la familia, Leticia dice: “Tato tiene grandes valores, es muy solidario. Si puede darte una mano, te la da y te repito que si estuviera bien de salud, él sería el primero en anotarse para dar una mano en el hospital. ¡Yo lo admiro, qué querés que te diga!”.

Rápidamente cae en la realidad y explica que “la recuperación es muy lenta. Los médicos trataron de bajarle las dosis que lo mantienen dormido y ver si podía empezar a respirar por sí solo, pero no se pudo.”
En el hospital de Choel están los suegros de Tato, quienes tenían estrecho contacto y tras el hisopado dieron positivo.

Hoy, la pareja de Tato, sus dos hijas y un sobrino están solos aislados en la casa. Cuando se determinó el aislamiento de toda la familia, el hijo de Leticia estaba visitando a su abuelo y no pudo volver a su casa. El confinamiento se extenderá hasta que se cumpla la cuarentena y los resultados den negativo.

Por su parte, el ex indendente Ricardo Calvo reconoció a través de su perfil de facebook la situación que atraviesa su compañera y al mismo tiempo pidió calma a la población.
‘‘El pánico es lo peor que nos puede ocurrir y hoy veo con gran preocupación que ‘alguien’, no sé con qué intenciones, ha hecho trascender supuestas cifras y contagiados que solo ha provocado una crisis. Como profesional del área de salud y habiendo hecho estudios específicos en Administración de Salud les puedo garantizar que en este momento nadie puede decir que el 50% de nosotros estamos contagiados. Los científicos aún no pueden decir definitivamente si la curva ha declinado o no. Hay que confiar en nuestras instituciones, en nuestro caso particular el personal trabajó correctamente y con prevenciones para con ellos mismos. Por tal motivo, no puedo creer que estemos en semejante crisis’’.

Dos veces al día, las familias aisladas se controlan las temperaturas y luego envían los datos al personal de salud que monitorea las situaciones.


“Estamos viviendo momentos de mucha angustia, esperando todos los días el llamado del médico de Roca que lo está atendiendo para que nos diga cómo está, que mi hermano está bien, que pronto volverá a estar con toda la familia”. Así se expresó Leticia, una de las hermanas de “Tato”, el enfermero de 40 años de Choele Choel, con antecedente con problemas respiratorios, que se encuentra internado en terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica en el sanatorio Juan XXIII, de Roca. Él, junto a Alicia de 69 años, fueron los dos primeros casos de la localidad de Valle Medio.

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