Chumbita supo de antemano que sería detenido

Gentileza “El Cordillerano”

La decisión de detener a los policías Víctor Chumbita y Rubén Rubio se tomó el martes, después de que el juez Emilio Stadler advirtiera un “error material” en sus anteriores resoluciones y de que una numerosa manifestación invadiera el hall de la Ciudad Judicial de Roca exigiendo la prisión preventiva de los dos uniformados acusados de violar -o al menos intentar violar- a una menor de edad dentro del destacamento de Guerrico, en la tarde del 1 de enero de 2010.

Por fax, pasadas las 18, la orden de detención se comunicó a Pilcaniyeu, donde Chumbita estaba cumpliendo funciones desde hacía unos días. Todo indica que la noticia llegó a él antes que los agentes encargados de detenerlo y que por eso emprendió la fuga rumbo a Bariloche. (ver aparte)

Con respecto a la detención de Rubio, en tanto, no se conocieron incidentes y ya estaría alojado en el Penal 2 de Roca, con “especiales cuidados de seguridad” como ordenó expresamente Stadler, por ser un policía y por imputársele un delito sexual.

En la resolución el juez recordó que Rubio y Chumbita fueron procesados por los “presuntos delitos de rapto en concurso real con tentativa de abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado por haber sido cometido por dos personas y por pertenecer éstas a las fuerzas policiales”. A Chumbita lo procesó en calidad de autor y a Rubio como partícipe primario.

Pese a la gravedad de la imputación, a ninguno dictó la preventiva y eso despertó la encendida manifestación del martes encabezada por la Multisectorial de Mujeres y la familia de la víctima, sobre todo porque tras el dictado del procesamiento un estudio de ADN reveló que había restos orgánicos de Chumbita en la ropa interior de la menor de edad.

Todo eso habría llevado al juez a rever el expediente y así descubrir un “error material” que el martes mismo lo llevó a cambiar de parecer. “Advierto en este estado que al resolver (los procesamientos sin preventiva) he incurrido en un error material que debe ser debidamente corregido”, sostuvo Stadler. Es que el delito de violación doblemente agravada tiene una pena de 8 a 20 años de cárcel y, por ende, la tentativa de ese delito (lo que se imputa a los dos policías) no podría ser castigada con menos de 4 años de prisión, hipótesis concreta que no admitiría condena condicional ni la permanencia en libertad de los imputados hasta el juicio.

Aunque esa circunstancia había sido advertida por el abogado de la querella, Marcelo H. Velasco, en un escrito presentado al juzgado el 3 de marzo pasado, al día siguiente Stadler ratificó que su criterio original “no amerita(ba) ser modificado”, cosa que finalmente sí ocurrió este martes luego de la marcha. (Redacción Central)