Cinematográfica persecución de piratas del asfalto
Fue a unos 10 kilómetros de la Villa El Chocón.
VILLA EL CHOCON (AN)- A pocos kilómetros de esta localidad, un ingenioso cartel publicitario de gobierno advierte: «Peligro, animales voraces». Al cartel le falta un pedazo, como si una bestia enorme le hubiera dado un mordiscón. Este paisaje desolado donde los dinosaurios se paseaban hace millones de años prestó su escenografía ayer a una espectacular persecución policial, que permitió detener a los cuatro integrantes de una peligrosa banda de piratas del asfalto que se quedaron con las ganas de darle un tarascón a su presa.
Los delincuentes, todos oriundos de Neuquén, estaban armados con pistolas de grueso calibre y municiones capaces de perforar los chalecos antibala, pero se entregaron sin disparar un solo tiro al verse rodeados. Entre sus pertenencias se contabiliza una bolsa repleta de clavos «miguelito» con los cuales planeaban forzar la detención de la marcha de sus víctimas.
Los cuatro individuos, cuyas identidades no fueron suministradas, tendrían pesados antecedentes delictivos y varios pedidos de captura en su contra. Ahora se investiga su posible vinculación con otros asaltos ocurridos en la región en los últimos tiempos.
Del operativo participaron policías de El Chocón, Cutral Co y del departamento Delitos, que fueron los que iniciaron el seguimiento de la banda en la madrugada de ayer.
De acuerdo con la escasa información que trascendió, los sabuesos policiales detectaron movimientos sospechosos en Neuquén capital y se dedicaron a vigilar al cuarteto, que se movilizaba en un vehículo cuyas características no fueron precisadas.
Alrededor de las 4 de la madrugada, la banda tomó la ruta 22 y desapareció de la ciudad. Pero un móvil policial de civil descubrió que el vehículo acechaba oculto en las sombras más allá del cruce de Arroyito, camino a Plaza Huincul, cerca del Ceferino. Y se quedó espiándolo.
Quizá porque sospecharon algo, los delincuentes se pusieron en camino otra vez rumbo a Neuquén. Para entonces ya se había formado una barricada en la estación de servicios de Arroyito par cortarle el paso.
Imprevistamente, al llegar al cruce de las rutas 22 y 237 el auto de los asaltantes giró en dirección hacia El Chocón, seguido por un solitario patrullero de civil que de inmediato pidió refuerzos a la comisaría de la Villa. Según se supo, todas las comunicaciones se dificultaron porque hay tramos en los que los celulares se quedan sin señal.
Después de hacer unos kilómetros por la ruta 237 hacia el sur, los delincuentes advirtieron que los estaban siguiendo y en una arrojada maniobra se metieron campo adentro. El móvil de civil y un patrullero de la comisaría de El Chocón se lanzaron a perseguirlos campo traviesa, por una precaria huella solamente transitable para vehículos especiales. Eran como naves que flotaban veloces sobre un campo desierto, dejando atrás una estela de tierra que el fuerte viento no alcanzaba a disipar.
Un puesto abandonado
Así llegaron hasta un puesto rural abandonado, a diez kilómetros de la Villa. Los dos grupos de policías se quedaron expectantes a cierta distancia, siguiendo los movimientos de los asaltantes con largavistas, mientras esperaban los refuerzos. La mañana avanzaba.
Ya cerca de las 11, una docena de vehículos policiales rodeó todas las salidas del puesto abandonado y avanzó hacia el cuarteto, que se entregó sin oponer resistencia. Habían ocultado el arsenal que portaban, pero d todos modos se les inició una causa por tenencia ilegítima de armas y municiones de guerra. Los efectivos secuestraron además guantes, capuchas y la bolsa de clavos «miguelito», de confección casera con gruesos hierros.
Los detenidos fueron trasladados a la comisaría de El Chocón, que jamás había alojado antes a tantos delincuentes. La pequeña unidad cuenta con un solo calabozo previsto para alojar a algún «borracho que se ponga pesado».
A media tarde de ayer, el cuarteto fue trasladado a Neuquén capital aunque están a disposición de la justicia de Cutral Co.
NEUQUEN (AN).- La modalidad delictiva de piratas del asfalto se está imponiendo lentamente en esta provincia.
Hay que remontarse varios años atrás para encontrar un episodio cruento: el asalto a una camioneta de caudales del Banco Provincia de Neuquén en Tres Piedras, cerca de Zapala, en el que perdió la vida uno de los empleados Los hechos más recientes no fueron sangrientos pero incluyeron otra particularidad: los delincuentes actuaron vestidos de policías, y en un caso eran policías de verdad.
A principios de julio, una banda de delincuentes simuló un control de rutina cerca de Plottier y robó un camión que trasportaba cigarrillos con su carga completa El vehículo apareció casi un mes después, sin un solo paquete. Hay sospechas sobre quiénes fueron los autores, pero no están detenidos.
El mes pasado hubo un hecho similar cerca de Picún Leufú. En esta ocasión fueron policías de verdad los que asaltaron un camión de una firma avícola, y los detuvieron poco después.
Ayer, al atrapar al cuarteto de delincuentes cerca de El Chocón, los efectivos respiraron aliviados cuando descubrieron que entre sus pertenencias no había esposas ni uniformes policiales.
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