Abuso en Medicina, una de las tantas causas olvidadas

El último movimiento del expediente fue en febrero de este año, cuando la fiscal Vallejos solicitó una pericia al Departamento de Informática de Viedma.

A una joven estudiante de Medicina le cambió la vida en septiembre del año pasado cuando fue atacada sexualmente por un compañero de estudio, quien integraba el Centro de Estudiantes. Pasaron 10 meses del hecho y pocas son las novedades sobre la causa. Ella abandonó la carrera, dejó la ciudad, y se instaló en Chile. De él, sólo se sabe que sigue suspendido, hasta que el Consejo Directivo de la Universidad decida lo contrario. Mientras, la Justicia no ha avanzado. Escasas fueron las respuestas que se dieron sobre el caso, que conmocionó a toda la comunidad universitaria y a toda la ciudad.

El destino de la causa es incierto. Un horizonte de posibilidades se abre ante los pocos avances que ha tenido la investigación: lo más probable es que sea archivada a la espera de nueva evidencia. Mientras, quien pudo ser culpable de abusar sexualmente de una joven continúa con su vida normal, sin haber sido ni acusado. El agresor fue notificado en noviembre del año pasado. A los días que la víctima radicó la denuncia y que la fiscal Eugenia Vallejos logró dar con él ya que se había ido de la ciudad. Había viajado a Buenos Aires.

Ahora, sólo se sabe que no regresó a la Facultad de Medicina y que sigue vigente la expulsión que le dictó el Consejo Directo. “Sabemos que regresó a Cipolletti y que se cortó el pelo para que nadie lo reconozca”, señaló una de las actuales consejeras, María Luisina Bertín.

A medida que pasaron los meses, la causa se fue enfriando. Las manifestaciones de los estudiantes, el revuelo mediático y la intervención de la Facultad de Medicina ayudaron a que prontamente la fiscalía tomara intervención. Después de la denuncia que hizo la víctima, se tomaron declaraciones a tres amigas de ella; fue entrevistada la damnificada y a la semana se le notificó de la causa al sospechoso. Cerca de cuatro meses después se registró otro avance en la investigación.

La causa sin avances

El abuso ocurrió en la casa de la víctima en una reunión que organizó con compañeros de la Facultad de Medicina. Esto fue en septiembre del año pasado. Ella contó a sus amigas que se despertó y notó que estaba desnuda, sentía fuertes dolores y no entendía qué había pasado. Dijo que “alguien les acercó bebidas alcohólicas y que después de tomarlas perdió el conocimiento, por lo que cree que alguien puso algo en ellas”.

El último movimiento en la causa fue en febrero de este año cuando la fiscal Vallejos solicitó una pericia al Departamento de Informática de Viedma.

Habría sido para analizar comunicaciones telefónicas de los celulares de los involucrados en la causa.

Dato

“Sabemos que hace poco tiempo regresó a la ciudad de Cipolletti y que se cortó el pelo para que nadie lo reconozca”.

María Luisina Bertín, consejera estudiantil de la UNC

El 2 de noviembre del año pasado se le notificó la causa de abuso que se investigaba en su contra. Un mes y medio después del hecho.

Los intentos de secuestro, camino al archivo

Las dos denuncias que fueron investigadas por la fiscalía y la Policía irían camino a archivarse ya que no hay más pruebas para analizar, ni sospechosos que investigar.

Personal de la Brigada de Investigaciones de esta ciudad estuvo a cargo de las averiguaciones: se entrevistaron a las víctimas, algunos testigos y se analizaron las filmaciones de las cámaras de seguridad. No se halló, ni una evidencia que ayudara a identificar a los autores.

Una fuente cercana a la causa indicó: “Se esperó que una de las víctimas aportara más información, pero no fue así. Se analizó toda la prueba y no encontramos nada”.

Ante los pocos avances, autoridades de la universidad enviaron una nota a fiscalía para saber en qué estado se encontraba la causa. Tiempo después se acercaron hasta el Ministerio Público Fiscal para informarse de lo actuado hasta esa fecha. “Se les mostró toda la prueba que teníamos, lo que se había hecho y que no había mucho más por hacer”, indicó una fuente judicial.

Los intentos de secuestro ocurrieron el pasado 2 de mayo cuando dos estudiantes de Psicología iban camino a la universidad.

Uno de los casos ocurrió cuando dos personas interceptaron a una de las alumnas en el ingreso a la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Comahue. Ella gritó y zafó gracias a que una vecina la ayudó. La otra estudiante dijo que vio un auto que la habría perseguido. Se refugió en su casa y cuando salió no vio a nadie.

Datos

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son los meses que pasaron del aberrante hecho y todavía no hay nadie acusado por la Justicia.
“Sabemos que hace poco tiempo regresó a la ciudad de Cipolletti y que se cortó el pelo para que nadie lo reconozca”.
El 2 de noviembre del año pasado se le notificó la causa de abuso que se investigaba en su contra. Un mes y medio después del hecho.

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