Análisis: La necesidad de un edificio municipal accesible

El desperfecto que sufrió uno de los ascensores de la municipalidad puso en debate la funcionalidad del edificio donde está la Intendencia y el Concejo Deliberante. Diariamente circulan por el lugar cientos de personas, entre empleados, funcionarios y contribuyentes. La torre cuenta con diez pisos, dos ascensores y una escalera que es tan angosta que, en ocasiones, es necesario hacerse a un lado para dejar pasar a quien sube o baja.

Además de la necesidad de investigar en profundidad cuál fue la falla que generó la caída, que por fortuna no dejó lesionados, Cipolletti debería plantearse en un futuro la posibilidad de construir un edificio pensado para hacer frente a las nuevas necesidades de una ciudad en constante crecimiento. La torre donde actualmente funciona el municipio fue de la ex empresa Hidronor. Se construyó en base a otras prioridades.

También es bueno recordar que los ascensores se cambiaron durante la gestión del exintendente Abel Baratti. Durante varios meses funcionó uno solo y los inconvenientes fueron innumerables. El uso contante, durante todo el día, de dos ascensores que sólo permiten en su interior a cuatro personas es suficiente para intensificar su mantenimiento y el alerta de posibles desperfectos.

A las pocas horas de que se produjo el accidente, el martes pasado, fue el legislador cipoleño del ARI, Jorge Ocampos, quien puso en debate la necesidad de un nuevo edificio. “Los espacios púbicos deben garantizar a los vecinos la participación activa en la construcción de una sociedad mejor. El edificio municipal debe reunir las condiciones que velen por los derechos y obligaciones contraídas por todos y el acceso sin obstáculos a las autoridades”, remarcó.

En las últimas horas, desde la municipalidad consideraron que es necesario un nuevo edificio aunque reconocieron que por ahora es “sólo una idea”. Avanzar en una obra de tal magnitud requiere mucho más que esto, aunque sea el primer paso.