El cipoleño que se casó a distancia se siente estafado

Abel Montecino dijo que la mujer, que dio el sí desde Colombia, lo estafó y le robó dinero e inclusive oro, para luego dejarlo abandonado en Bogotá.

El 14 de julio, Abel Montesino se casó con la colombiana Margarita Ceballos Isaza. Él aquí y ella en su Colombia natal, el hombre dio el sí acompañado de su familia,pero sin su futura compañera al lado. No imaginaba que terminaría atravesando un calvario que incluyó estafa y abandono.

“Entre nosotros no hay química”, le soltó ella mientras abandonaba el cuarto de un hotel en Bogotá, adonde dejó a Abel en la última madrugada que pasaron juntos. Dolido, el hombre afirmó ayer que planea iniciar acciones legales.

Abel había realizado la ceremonia en el Registro Civil de esta ciudad rodeado de familiares, fotógrafos y periodistas. Fue una celebridad por horas. A los pocos días emprendió un viaje hacia Colombia. Su esposa alquilaba un departamento en un condominio (lo que en Argentina sería un country), adonde lo esperaba para el primer encuentro como marido y mujer.

“Había un mundo de gente esperándome para conocerme, porque la noticia se divulgó mucho”, relató. Allí comenzó un viaje por el país caribeño, costeado con las tarjetas de crédito de Abel: Cali, Buenaventura, Bogotá y unos días en la isla de San Andrés fueron algunos de los destinos que recorrieron juntos en su luna de miel, y como si fuera poco, invitó a la hija y yerno de Margarita, que “hicieron de cupido” para unirlos.

Ya de vuelta en Cipolletti, Abel dice que cayó “como por un tubo” en lo que consideró “una estafa y un abandono de persona”. Calcula que gastó unos 150 mil pesos durante el mes que pasaron juntos, y dice que la mujer le robó además 500 dólares con los que pensaba comprarle una computadora a su hija. “Se llevó el anillo con el que me casé anteriormente”, expresó ayer, ya en Cipolletti, dolido y enojado.

Abel contó que se encontraban planeando su regreso al país, alojados en un hotel en Bogotá. “Me desperté de madrugada y ella ya había puesto toda su ropa en una valija que le compré. Se había acostado vestida y yo no sospeché nada. Como un boludo no me di cuenta”, se reprochó. La mujer alegó tener cuestiones legales que resolver con su expareja, un abogado que, supuestamente le estaba realizando un embargo.

“No sé qué voy a hacer, estoy confundido”, admitió. Margarita le envió un audio que marcó la despedida: “no hay química”. Yademás, le dejó en claro: “La única unión que vale es a través de la iglesia”.

Abel calcula que gastó 150 mil pesos durante el mes que pasaron juntos, y dice que la mujer le robó 500 dólares con los que pensaba comprarle una PC a su hija.

Datos

Abel calcula que gastó 150 mil pesos durante el mes que pasaron juntos, y dice que la mujer le robó 500 dólares con los que pensaba comprarle una PC a su hija.

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