“No soy celíaca, soy intolerante al gluten”
Cada vez son más las personas que presentan síntomas similares a la celiaquía aunque no cuenten con este diagnostico. La intolerancia al gluten no celíaca es una enfermedad que afecta a 1 de cada 10 personas. En Cipolletti se diagnostican alrededor de 20 casos al mes.
Muchas personas navegan en un mar de dudas una vez que la enfermedad celíaca se descarta pero los síntomas continúan presentes. Dolores de cabeza, hinchazón abdominal, dolores articulares y fatiga severa son afecciones que se transforman en molestias frecuentes que logran asociarse a ningún diagnostico preciso. Estos pacientes pueden tardar meses y años hasta que logran tener un diagnostico certero.
En el 2010 se habló por primera vez de la “intolerancia al gluten no celíaca” o “sensibilidad al gluten”. Esto provocó que los profesionales de salud investiguen sobre la temática. El médico clínico y gastroenterólogo, Facundo Pereyra, trabaja hace diez años en el hospital público de Cipolletti. Según detalló, en el último tiempo se diagnosticaron alrededor de 20 casos por mes, una cifra totalmente llamativa.
El especialista cipoleño remarcó que esta enfermedad afecta a una de cada 10 personas, una cifra elevada en comparación con la celiaquía.
La intolerancia al gluten no celíaca presenta una serie de particularidades, una de ellas es que se desconoce su origen. Pereyra indicó que se estima que es por una manipulación genética del trigo, aunque este factor aún está en una etapa de investigación.
Otra característica es que aún no hay marcadores que indican la presencia de esta enfermedad, es por eso que se llega al diagnostico mediante la “exclusión”. Por eso mismo, es importante recurrir al sistema de salud.
Una vez que el profesional de la salud descarta la celiaquía, comienza la “dieta de exclusión” de alimentos con gluten que dura aproximadamente 14 días.
“Siempre hay que descartar la enfermedad celíaca, y con alta sospecha se hace la dieta de exclusión”, remarcó el médico gastroenterólogo. Además de esto, detalló que la intolerancia al gluten puede ser temporaria o secundaria, por ejemplo cuando se desencadena un trastorno de ansiedad y luego logra resolverse. También puede ser hereditario; si un paciente presenta intolerancia al gluten también pueda tenerlo algún familiar, agregó.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentra los dolores articulares, hinchazón y adormecimiento de las extremidades (manos, pies) reflujo, hinchazón abdominal, dolores de cabeza, fatiga severa, visión borrosa, aftas, estrés y congestión nasal.
Pereyra indicó que puede pasar mucho tiempo hasta que las persona logra llegar al diagnostico, es por eso que se vuelve fundamental el rol del profesional de la salud. “Cada vez hay más conciencia en la atención primaria de la salud, hay que trabajar mucho”, remarcó el especialista.
La intolerancia al gluten no celíaca y su relación con otras enfermedades
En números
Datos
- “Los síntomas pueden influir negativamente en muchas enfermedades como la fibromialgia, la migraña, la artritis rematoidea, el asma, la depresión, las enfermedades intestinales inflamatorias y la urticaria crónica”, explicó el médico cipoleño Facundo Pereyra.
- Según detalló, estas patologías pueden verse “empeoradas” por la afección sistémica al trigo. “(…) con un tratamiento dietario las personas con estas enfermedades pueden aminorar los síntomas”, remarcó.
- El estrés también juega un rol muy importante ya que “puede ser la causa o la consecuencia” de la intolerancia al gluten. En estos casos, el paciente acompañado por el médico además de contar con un diagnostico, puede realizar un tratamiento dietario y evaluar algún tratamiento para erradicarlo como terapia o modulares de serotonina, detalló.
- 20
- casos por mes se detectan en el hospital Pedro Moguillansky, aproximadamente.
- 1
- de cada 150 personas tiene la enfermedad celíaca.
- 1
- de cada 10 personas tiene la intolerancia al gluten no celíaca.
- • Facundo Pereyra, médico clínico y gastroentorologo del Hospital Pedro Moguillansky.
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