Cirigliano, el hombre que conduce por todos los caminos
En poco más de medio siglo, la familia Cirigliano tuvo un crecimiento que la llevó a ser uno de los principales protagonistas, sino el principal, del complicado entramado que compone el sistema de transporte argentino.
Fundada por Nicola, un inmigrante italiano que comenzó conduciendo el interno 16 de la línea 295, el holding familiar es en la actualidad encabezado por Sergio Claudio Cirigiliano, quien a los 47 años alcanzó un poder que lo llevó a codearse con secretarios, ministros y hasta con los presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Si es casi imposible entender el transporte de cargas sin pensar en Hugo Moyano, el de pasajeros tampoco puede obviar a Cirigliano: 21 de las 135 líneas de ómnibus de la ciudad de Buenos Aires le pertenecen, al punto que la variedad de colores que tuvieron los viejos colectivos sucumbe hoy ante el rojo uniforme de las unidades de Grupo Plaza. Ese color tributario de las líneas 61 y 62, con las que inició el recorrido que le permitió adquirir las otras diecinueve que integran su conglomerado.
Asimismo, cuenta con líneas en La Pampa y Bahía Blanca, pero el gran salto de calidad lo concretó en 1994, cuando su empresa TBA (Trenes de Buenos Aires) obtuvo las concesiones de los ramales ferroviarios suburbanos del Sarmiento y el Mitre.
Sus excelentes relaciones con el menemismo no le impidieron acercarse al kirchnerismo, al punto de quedar comprometido en una causa judicial por haber cedido su jet particular para el traslado del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime.
Tampoco fueron obstáculo para que en el último lustro haya sido uno de los principales empresarios beneficiados con la ola de subsidios públicos, ni para participar de varios actos junto a la presidenta, el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el sucesor de Jaime, Juan Pablo Schiavi, como por ejemplo la inauguración del frustrado servicio ferroviario que iba a unir a la Argentina con Uruguay.
Un ascenso empresarial que parecía no encontrar obstáculos, hasta que ocurrió la tragedia de Once del 22 de febrero. Primer paso de un declive que siguió con la intervención, el quite de la concesión y ahora la detención.
DyN
En poco más de medio siglo, la familia Cirigliano tuvo un crecimiento que la llevó a ser uno de los principales protagonistas, sino el principal, del complicado entramado que compone el sistema de transporte argentino.
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