Citan al contador general de la Justicia rionegrina

VIEDMA (AV)- El contador general del Poder Judicial deberá declarar en el juicio que se sigue contra su antecesor en el cargo, por una presunta defraudación contra ese poder El tribunal integrado por los jueces Susana Milicich de Videla, Liliana Piccinini y Ernesto Rodríguez citó para el jueves 3 de julio a las 19 al contador Abel Ricardo Peña, quien actualmente está a cargo de la Contaduría General del Poder Judicial y durante la gestión de Alejandro Biderbost lo secundó en la conducción del área.

Biderbost, el ex empleado del área contable de la Justicia Daniel Olivera y el comerciante de Viedma Héctor Hollman están involucrados en esta causa y se les imputa el delito de «peculado continuado». Se los acusa de haber adulterado facturas de proveedores, maniobra que le habría permitido al ex contador judicial realizar inversiones personales, sobre todo en materiales para su vivienda particular.

Un empleado del área contable y ex compañero de trabajo de Olivera relató ayer que lo albergó durante un tiempo apenas se separó de su esposa y calificó la relación que mantenían Biderbost y el ex empleado como una amistad.

Recordó que durante esa gestión el ex contador judicial dio la orden que los tres fondos permanentes que manejaba en forma exclusiva Olivera -conservación de automotores, mantenimiento de inmuebles y gastos generales- debían tener un trámite de urgencia, detallando que por esa razón no tardaban más de una hora y media en ser autorizados, lo que dificultaba el control de las boletas correspondientes.

Agregó que Olivera se reunía a primera hora de la mañana con Biderbost en su despacho y que en varias oportunidades lo vio al ex empleado portar una carpeta negra con facturas, lo que no le llamó la atención entonces por-que pensaba que en esos encuentros pedía autorización para priorizar pagos.

No obstante, señaló que una vez conocida esta investigación varió su interpretació sobre esa carpeta negra.

Ayer también declararon dos empleados de un negocio de Patagones, que reconocieron su letra en parte de algunas facturas que forman parte del expediente, consignando un agregado en el elemento adquirido y el valor. En una, por ejemplo, se detallaba la venta de una caja (que especificaron era de las utilizadas para guardar dinero o documentos) por 145 pesos. El agregado advertido y no reconocido de puño y letra por los testigos trasformó la venta en 10 cajas de cerámicos por 445 pesos.

A propuesta del defensor de Olivera ayer el Tribunal escuchó a tres testigos que señalaron haber visto en más de una oportunidad al imputado en estado de ebriedad, desgastado y concurrir al casino. A las preguntas de la defensa se sumó luego Néstor Torres, abogado de Biderbost, instalando un diálogo colmado de terminología del azar – «juego fichado», «codillo»- que excluyó del entendimiento al resto de las partes a tal punto que la presidenta del Tribunal, Susana Milicich, le observó «doctor!.. usted tendría que estar en ese lugar para darnos detalles sobre el tema» señalando la silla del testigo.

Hoy es el último día, por esta semana, del juicio que se sigue por la presunta defraudación contra el Poder Judicial.