Clásicos, contra las cuerdas de Luis Salinas

El guitarrista acaba de editar cinco discos. "Es un recorrido afectivo por mi propia vida" dijo.

BUENOS AIRES.-El guitarrista Luis Salinas editó «Clásicos de la música argentina», una monumental obra de cinco discos y cerca de cuatro horas de grabaciones en donde recorre parte del cancionero popular del país en solos de guitarra o tríos de guitarra, piano y percusión.

«Este es un disco que armé desde las cosas vividas. La mayor parte de los temas remite a mi infancia y a mi época de juventud y en algún sentido es como un recorrido afectivo por mi propia vida», contó Salinas a Télam sobre este trabajo.

La obra, que Salinas está presentando este fin de semana en el ND Ateneo de Buenos Aires comprende un CD de sólo guitarra, otro de tango, dos de folclore y uno con «bonus tracks» en el que repite versiones en distintos formatos.

«El mayor éxito de todo esto fue el placer de poder tocar y grabar esta música que es parte de la herencia de este país y que hice desde mi propia visión y mi propia personalidad intentando aportarle un sonido que fuera de hoy y respetando siempre la raíz», contó Salinas.

Considerado uno de los mayores guitarristas de la escena local y el más prestigioso del país a escala mundial, Salinas viene armando una carrera musical donde intercala su gusto por el latin jazz y la bossa nova junto con un recorrido por el repertorio local, que ya había expuesto en la década del 90 con «Música Argentina I y II».

Sobre esta cuestión relata sendas charlas que tuvo con Adolfo Avalos y Hermeto Pascoal.

«Yo les decía que tenía miedo de abarcar mucho y apretar poco y los dos me dijeron lo mismo, uno siendo más tradicional como Adolfo y el otro siendo el más libre de los músicos que conocí como Hermeto, me dijeron 'vos tenés que ser sincero, tenés que tocar lo que sentís'», contó el músico.

Puesto a contar cómo encaró la grabación de estos discos, Salinas señaló que «tuve muy en cuenta el peso de las notas, porque la música nuestra tiene el componente de lo dramático, tiene una cosa nostálgica, dolorosa en un caso».

Mientras que temas como «Danzarín», Mi Buenos Aires querido», «Nocturna» y «Naranjo en flor» recogen sus versiones en el CD de tango; gatos, chacareras, zambas y chamamés se intercalan en los discos de folclore, abriendo un amplio abanico de las rítmicas argentinas.

«Cuando decido abordar un género trato de ir más allá de las notas, ver qué pasa detrás de las notas con esa música y en este caso, con un folclore tan inmenso, la apuesta fue como ir hacia los paisajes de donde viene cada una de esas músicas», comentó Salinas.

«Pero siempre siendo yo mismo -aclaró-, yo no quiero ser ni un tucumano, ni un salteño o un cuyano sino proponer mi visión de este rico tesoro musical que nos pertenece».

Solo con la guitarra, en dúo de cuerdas con Horacio Avilano para la sección tanguera y acompañado por Javier Lozano en piano y Alejandro Tula en percusión, el disco está muy lejos de aquel Salinas al que, con malicia, algunos achacaban un excesivo virtuosismo o una velocidad sideral en su interpretación.

«Siempre fui sincero -aclara Salinas-, cuando toqué rápido y toqué mucho o ahora en que las cosas van por otro lado».

El nuevo disco es también un regalo para Salinas en el sentido de que por primera vez se da el gusto de tocar con su padre en la armónica, que lo acompaña en «El viaje» y «Zamba del alma».

Finalmente el guitarrista señala: «Con los años uno entiende que la estrella es la música y la obra que tiene un país, en ese sentido este disco es lo más importe que hice a nivel compromiso porque terminé abordando a compositores fundamentales de la música argentina con el mayor amor y respeto».

(Télam)


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