Claves a tener en cuenta para invertir en oro
as inversiones en oro no son algo exclusivo para entendidos. Los expertos enfatizan en que hay que pensar en el mediano o largo plazo –nunca menor a los seis meses– y tener en cuenta la volatilidad en la cotización. Se pueden comprar lingotes desde 1 gramo hasta el kilo. Otro de los instrumentos son las monedas, cuyos valores dependen del peso por su composición y del monto numismático de la pieza asignado por el mercado. Existe la posibilidad de adquirir certificados de depósito, sin que el comprador se lleve el oro, aunque es lo menos frecuente a nivel local. El metal implicado en este tipo de operaciones es el de máxima pureza de 999,9 partes cada 1.000 gramos. El Banco Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, vende el oro que la entidad misma acuña. Claro que antes de llegar a manos del público pasa por pruebas de laboratorio donde se comprueba la calidad del metal, se clasifica y finalmente atraviesa un proceso de refinación donde adquiere la forma de lingotes de diferente gramaje. La oferta de oro sin certificados puede encontrarse en la City porteña, en algunas casas de cambio. Por el hecho de ser más riesgosa, esta operación implica menores precios. Conocedores del mercado recomiendan comprarlo en entidades o casas de cambio confiables, de trayectoria. El procedimiento para su venta es similar al de compra. Se trata de una operación comparable a la de los dólares. Por los plazos, algunos relacionan las inversiones en oro con las inmobiliarias, pero lo cierto es que el oro resulta más liquidable. Al momento de realizar la operación es obligatorio presentar el documento de identidad hasta una suma determinada. Funciona de acuerdo con la normativa que regula la compra de dólares, con los mismos límites y requisitos. Al pasar los 20.000 pesos en efectivo deben presentarse documentos que puedan probar el origen de los fondos. Por otro lado, las monedas de oro más comunes en el mercado son la mexicano, la chilena, la Kruger Rand sudafricana y las inglesas libra antigua y libra Elizabeth. La composición de estas piezas es diferente, con lo cual el título del oro varía, ya que no son del todo puras porque están compuestas de otros metales que les otorgan mayor dureza.
Mi bolsillo
as inversiones en oro no son algo exclusivo para entendidos. Los expertos enfatizan en que hay que pensar en el mediano o largo plazo –nunca menor a los seis meses– y tener en cuenta la volatilidad en la cotización. Se pueden comprar lingotes desde 1 gramo hasta el kilo. Otro de los instrumentos son las monedas, cuyos valores dependen del peso por su composición y del monto numismático de la pieza asignado por el mercado. Existe la posibilidad de adquirir certificados de depósito, sin que el comprador se lleve el oro, aunque es lo menos frecuente a nivel local. El metal implicado en este tipo de operaciones es el de máxima pureza de 999,9 partes cada 1.000 gramos. El Banco Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, vende el oro que la entidad misma acuña. Claro que antes de llegar a manos del público pasa por pruebas de laboratorio donde se comprueba la calidad del metal, se clasifica y finalmente atraviesa un proceso de refinación donde adquiere la forma de lingotes de diferente gramaje. La oferta de oro sin certificados puede encontrarse en la City porteña, en algunas casas de cambio. Por el hecho de ser más riesgosa, esta operación implica menores precios. Conocedores del mercado recomiendan comprarlo en entidades o casas de cambio confiables, de trayectoria. El procedimiento para su venta es similar al de compra. Se trata de una operación comparable a la de los dólares. Por los plazos, algunos relacionan las inversiones en oro con las inmobiliarias, pero lo cierto es que el oro resulta más liquidable. Al momento de realizar la operación es obligatorio presentar el documento de identidad hasta una suma determinada. Funciona de acuerdo con la normativa que regula la compra de dólares, con los mismos límites y requisitos. Al pasar los 20.000 pesos en efectivo deben presentarse documentos que puedan probar el origen de los fondos. Por otro lado, las monedas de oro más comunes en el mercado son la mexicano, la chilena, la Kruger Rand sudafricana y las inglesas libra antigua y libra Elizabeth. La composición de estas piezas es diferente, con lo cual el título del oro varía, ya que no son del todo puras porque están compuestas de otros metales que les otorgan mayor dureza.
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