Cobos se perfila en el radicalismo
Tras la deserción de Alfonsín
Si bien nadie apostaba a una sobreexposición electoral, el sorpresivo anuncio de Ricardo Alfonsín de apartarse de la lucha presidencial para 2015, fue celebrada por el exvicepresidente Julio Cobos, quien se anotará en esa carrera si, como presagian todas las encuestas, obtiene un triunfo demoledor en su distrito, Mendoza, ante el oficialista Frente para la Victoria, el próximo 27 de octubre. Es más: Alfonsín, arquitecto de la frustrada alianza bonaerense con el peronista Francisco De Narváez, en 2009, y tercero en la puja general de 2011, detrás de Cristina Fernández y el socialista Hermes Binner, dejó plantadas sus preferencias por Cobos, en una suerte de olvido y perdón al mendocino, que abandonó el radicalismo en 2007, para conformar la “concertación” alentada por el extinto Néstor Kirchner. El posicionamiento alfonsinista en la búsqueda de una candidatura que pueda competir en un pie de relativa igualdad con el peronismo, más la resurrección en la capital federal de la diputada “Lilita” Carrió, madrina de UNEN, en la exitosa interna en de las PASO, no cayó del todo bien en el senador Ernesto Sanz, quien siempre se manejó dentro de las estructuras orgánicas de la UCR y en los últimos meses recorre el país con el ánimo de proyectarse hacia la Rosada. Si como se prevé, Cobos consigue la adhesión del 50 del electorado provincial, su coterráneo quedará objetivamente en desventaja, máxime cuando el exvicepresidente ya fue en ayuda de Margarita Stolbizer, en la provincia de Buenos Aires, y hay gestiones para hacer una gran primaria abierta de la franja progresista, para la que también se inscribe Binner. “Julio no quiere hablar de 2015, pero no hay duda que el triunfo del 27 se nacionalizará y ahí empezará a dialogar con Binner, el FAP y la Coalición Cívica, para ir a una alianza que permita pelear con posibilidades reales de ganar”, dejó trascender ayer un colaborador de Cobos. “Tengo que aprender de mis errores e imitar en algo el pragmatismo peronista”, recita este dirigente con perfil dialoguista, frentista y conciliador, que con su “voto no positivo” en el Senado, en 2008, provocó una gran crisis que Cristina le echa en cara aún hoy. No será, sin embargo, sencilla la construcción en este espacio definido como progresista. Hay algunos radicales, es el caso del intendente de Neuquén, Horacio “Pechi” Quiroga, que también reclaman que se invite a participar de la compulsa al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, pese a ubicarlo en una franja de centroderecha. “Es hora de liberarnos de los cepos partidarios y prepararnos para el reemplazo”, expresa Quiroga, un hombre de estrecha relación tanto con Macri como con Sanz (ABA).
arnaldo paganetti
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