Cocina en Villa La Angostura, Waldhaus y Tinto Bistró

AGENDA EXQUISITA

Villa La Angostura es uno de los lugares más hermosos que conozco. Siempre tuve la misma sensación desde que viajé por primera vez cuando era chico. El aire frío del sur es entender que se está en otro lado y no en cualquier lado. Un lugar de epopeyas y convicciones, que logró levantarse y que este verano promete miles de visitas de turistas de todo el mundo.

La idea de este viaje fue acercarme un poco más a la cocina de la villa, especialmente a dos restaurantes: Waldhaus y Tinto Bistró.

La primera entrevista la realizamos luego de cenar en Waldhaus. La entrada fue una rosty típica, que a mí me remite no se aún por qué, a las fiestas judías de pequeño. Será por lo rudimentario de la receta? Será por la cebolla y la papa? No lo sé.

Pasaron por armas y dientes una trucha patagónica de increíble textura con unas verduras bien cocidas, remojadas en oliva y un Gulash solido y delicioso. El Gulash siempre tiene algo de rústico, concentrado y despelotado, un clásico de Waldhaus.

Leo Morsella es dueño y cocinero de este restaurante. Hace 16 años que está en la villa. Waldhaus es una casa típica de estilo alpino que ofrece un refugio al viajero y una carta de opciones por demás interesantes. Buena carta de vinos, buena decoración.

“Abrí La Macarena en 1998, fue un restaurante de autor, para la villa era moderno y sencillo. Viajábamos a festivales, conocí cocineros de todos lados, fue una época muy intensa”. Cuenta Morsella, remitiéndose a las primeras experiencias en este sur.

Leo Morsella dio sus primeros pasos en la cocina de la mano de su madre, comenzó de pequeño a asistirla preparando banquetes y lunchs en muchos cumpleaños de quince y casamientos en plena época menemista, donde ese tipo de fiestas familiares eran muy típicas y estaba cargado de una estética de momento que obviamente impactaba en la cocina y en el tipo de comida que se servían en esos ámbitos. Estudió entre otros sitios en Buenos Aires Catering, luego vinieron los viajes al norte y los intercambios, horas de cocina y filas de cocineros compañeros de viaje. Leo Morsella eligió no irse de la villa en los momentos más jodidos. Apretó los dientes y a pesar que mucha gente del ámbito de la cocina emigró, Leo se quedó.

Amante de la cocina norteña, inquieto, entiende que la gente está más informada a la hora de aportar a la crítica gastronómica. Descree de las pompas y entiende que no hay una verdad revelada sobre la cocina autóctona patagónica. Leo está al frente de Waldhaus desde 2001. Su carta sobrevuela la cocina clásica de la Europa fría. Fondue, Raclette, buenos quesos, etc.

“Viajé mucho por el norte. En La Macarena teníamos yacaré, guanaco, llama, carpincho, búfalo, rana, merluza negra, una locura.” Dice Leo como relatando el proceso de adaptación que fue teniendo el paladar del turista.

Sobre la cocina de la villa agrega “Creo que tenemos un volumen concentrado de muy buena gastronomía”

Cae la noche sobre Waldhaus y a la mañana hay que levantarse temprano, hemos comido mucho y pasamos el postre. En las opciones vale resaltar la manzana y el reconocimiento por tener una fruta insignia del alto valle, dato que muchos restaurantes de la capital y alrededores omiten.

Las últimas gotas del Syrah 2008 de Escorihuela Gascón mueren, es tarde, el cielo está cerrado y garúa sobre la banquina de la ruta.

Nos alojamos en Puerto Manzano, un lugar muy a mano para ir y venir. Punto central para entender cómo se fue poblando la villa. Llegamos de noche mientras el cielo seguía llorando sobre nosotros. La hostería Puerto Sur fue el lugar elegido para hospedarnos. Las habitaciones y sus baños tienen una impactante vista al lago, el complejo tiene buen spa y buena pileta para sacarse el frio, nadar un poco e irse a dormir. Poderoso desayuno y buena biblioteca, ideal para planear vacaciones o tomarse unos días y disfrutar ese lugar.

La mañana se la dedicamos a la cervecería Epulafquen, un sitio increíble, con una cerveza perfecta. Párrafo aparte para próxima columna, en breve.

Otro de los sitios interesantes para cenar es Tinto Bistró, un restaurante que funciona en el centro de la villa hace 10 años. Un verdadero templo de la gastronomía. Una fusión de texturas y sabores logran posicionarlo como uno de los sitios más interesantes para degustar variados platos. Con 47 cubiertos, funciona de noche y cuenta con una ambiciosa carta de más de 200 etiquetas de vino. La ambientación es clásica, tirando a retro, prolija y sin rodeos. Quisiera detenerme en los nombres con los que fueron bautizados algunos de los excelentes platos y entradas. “Pulp Fiction”, delicioso (Escabeche de pulpo y zanahorias, Papas al natural y pesto de tomates), “Absolut Gambas” (Langostinos, verdeo y ajo; vodka flambee Cintas caseras), Hot Manitas, Mandalas Baby, No Stres Nenas, etc

Mucha cocina mediterránea y oriental, tapas, pescados, ceviches, pasta, carnes, etc. Un rumbo que Leandro Andrés, cocinero y uno de los dueños, conoce con los ojos cerrados. Tinto Bistró logra resaltar la calidad de la simpleza. Nada hippie, completo, armonioso, con una cantidad de cubiertos que rebalsan de comensales y que se actualizan generalmente más de una vez por noche (es clave reservar, más aún en temporada alta)

El postre que comí se llama “discriminación” y es una degustación de varios tipos de chocolate negro y un chocolate blanco. Delicioso.

Dos opciones de restaurantes en una ciudad que es una belleza. Verde, intensa, Villa La Angostura es un capricho de la naturaleza, es una pincelada de belleza frente a la vista de cualquier mortal. Los aires están renovados, el verano promete en una ciudad que queda más cerca de lo que uno imagina y a la que uno debería visitar más seguido, en la medida que se pueda.

Hasta la próxima

Nico Visne / nicovisne@gmail.com

About.me/nicovisnevetsky

+ info:

Tinto Bistró: Nahuel Huapi 34 2944-494924 www.tintobistro.com/

Waldhaus: Ruta 231 – Pto. Manzano – 02944-475323 / www.leomorsella.com.ar/

Hosteria Puerto sur: www.hosteriapuertosur.com.ar