Colectivos de doble piso en el centro del debate: ¿son más inseguros?

Están bajo la lupa desde hace tiempo y la polémica no para de crecer. En las últimas semanas, protagonizaron una seguidilla de accidentes que los puso en el centro de la controversia y entonces la pregunta surgió inevitable: ¿Los micros de doble piso son más inseguros que los comunes? ¿Son más inestables? ¿Provocan más accidentes? ¿Deberían ser reemplazados?

Por ahora, eso es lo único que hay: dudas. Recién este mes se conocerán los resultados de un estudio que encargó la Secretaría de Transporte de Nación a la Universidad Tecnológica (UTN) y que echará un poco de luz sobre esta cuestión. Esa investigación parte del supuesto que los ómnibus de doble piso son «inestables» y que el peligro de vuelco aumenta cuando sus bodegas están vacías y sólo llevan pasajeros en el piso superior.

Los micros de doble piso circularon por primera vez en las rutas del país en los '80. Se expandieron en la década pasada y hoy su presencia en el mercado es abrumadora: se calcula que representan el 90% de la flota de más 4.000 colectivos de larga distancia que circulan por el país y transportan por año a más de 57 millones de pasajeros. La mayoría de ellos, seducidos por esa combinación de lujo y confort que hace un tiempo era impensada para un viaje en colectivo. Estimulada por una conveniente publicidad que se mueve siempre sobre los mismos ejes: velocidad y mucha comodidad. Y que logra lo que busca: usuarios convencidos de que cuanto más imponente es el colectivo, más placentero será el viaje.

Más vulnerables

Uno de los aspectos que más se cuestiona sobre estas unidades es que, por su conformación, son más inestables y esta característica los hace más vulnerables a los accidentes.

Según el CESVI (Centro para la Experimentación y Seguridad Vial), empresa conformada por un grupo de compañías de seguros que analiza la seguridad que brindan los vehículos, surgió de un análisis que estos micros de doble piso, ante un impacto, tienen mayores posibilidades de vuelco, debido a que tienen el centro de gravedad elevado, ya sea por la amplia zona para guardar valijas o por el doble piso. Además, relativizan la propuesta de dotar de cinturones de seguridad a las butacas de las unidades de larga distancia porque, aseguran, resultarán un elemento decorativo, ya que los pisos de los micros están hechos con materiales débiles como la madera, lo que provocaría que el pasajero se viera despedido con butaca y todo.

«Además, lo que a nosotros nos preocupa mucho es que estas unidades utilizan muchos materiales que se prenden fuego muy fácilmente, como plásticos, telas, además de la gran superficie vidriada, que ante un impacto moderado estalla violentamente», asegura Gustavo Brambati, del departamento de Seguridad Vial de CESVI.

Por su parte, Alberto Gasparini, especialista en seguridad vial de la ong «Luchemos por la vida», asegura que «seguramente en las curvas son más inestables y más propensos a los accidentes, pero eso es una cuestión de física pura. Lo mismo

ocurre con los camiones que llevan carga, se sabe que en las curvas o en medio de un temporal de viento deben aminorar la marcha. No se necesita un estudio para descubrir eso. Lo que hay que entender es que los micros ya están, ya circulan, ya fueron aprobados. Pensar en cambiarlos sería imposible, ¿quién se haría cargo de semejante inversión?…lo que hay que cambiar es el modo en que manejan los choferes, el hecho de que no respeten la velocidad permitida, que no respeten las normas…eso es lo que provoca la mayoría de los accidentes, eso es lo que hay que discutir».

Para la UTN también es necesario analizar la ubicación del volante y del asiento del chofer.»En su cabina -dijo Eduardo Donnet, de esa institución- tiene poca visión de lo que pasa con el vehículo. A lo mejor el balanceo es fuerte y él no lo siente». También en la UTN aseguran que «una ráfaga fuerte de viento lateral sería suficiente para producir el vuelco de la carrocería».

Sin embargo, la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) sostuvo recientemente en un informe oficial que «si bien las unidades de mayor altura presentan menor estabilidad, no existe mérito suficiente que permita excluir a este tipo de rodados» del servicio de transporte de pasajeros. La misma opinión sostiene la Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI). «El centro de gravedad en un modelo de doble piso es similar que en un modelo de piso elevado», dijo su gerente Daniel Orciani.»Nuestros modelos cumplen normas de inflamabilidad superiores a las europeas», agregó.

Los graves accidentes de las últimas semanas sirvieron para levantar la voz de quienes desaconsejan su uso y aseguran que nuestro país es uno de los pocos en los que estas unidades están tan aceptadas.

Pero ese es también un argumento rebatido por expertos y empresarios.

El responsable del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), Eduardo Bertotti,consideró que es «totalmente falso» que los micros de doble piso circulen sólo en rutas de Argentina y Perú, al enumerar una larga lista de países que cuentan con esas unidades.

Tras asegurar que «no hay» normas jurídicas que prohíban la utilización de estos vehículos para el transporte de personas en países de Europa y América, Bertotti estimó «no conducente alarmar a los usuarios sin una base firme».

Sin embargo, varias asociaciones de seguridad vial aclararon que en Brasil (donde la velocidad máxima se redujo a 50 kilómetros por hora), Colombia y México se utilizan sólo dentro de las ciudades.

Lo mismo ocurre en los países europeos, donde tienen un fin turístico urbano.

Por ahora la polémica está planteada. Sólo el tiempo dirá quién tiene la razón. (A.A)