Colombia busca la manera de salvar el proceso de paz tras el plebiscito

Colombia está decidida a salvar el proceso de paz luego del plebiscito que sorpresivamente dijo “no” al acuerdo con las FARC, asestando un duro golpe al gobierno de Juan Manuel Santos y poniendo en entredicho el fin de medio siglo de violencia. Con el apoyo del departamento de Estado de Estados Unidos y de buena parte de la comunidad internacional, el gobierno inició ayer una cumbre de partidos políticos, varios de los cuales ya aceptaron el llamado a abrir el diálogo. Por su parte el líder de las FARC dijo que la derrota en el plebiscito “no tiene efecto legal alguno’’ y reiteró la disposición de la guerrilla de cumplir el compromiso de alto el fuego permanente.

“Timochenko’’, cuyo nombre real es Rodrigo Londoño, negó que los resultados del plebiscito sean una derrota política porque la consulta no es jurídicamente vinculante. Consideró que el acuerdo “final’’ ya ha sido firmado y entregado al Consejo Federal Suizo en Berna como un acuerdo humanitario especial entre partes en conflicto en el marco de la Convención de Ginebra.

Santos se reunió en la Casa de Nariño (sede de Gobierno) con representantes de diversos partidos, con los directivos del Congreso y los miembros de su equipo negociador en el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El presidente del Senado, Mauricio Lizcano, dijo al final del encuentro que los sectores que asistieron a la reunión le expresaron respaldo al presidente para superar la dificultad mediante el diálogo.

En lugar de ganar por el margen de dos contra uno que habían anunciado las encuestas, los partidarios del acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) perdieron por el 49,8% de los votos frente a 50,2% de los que se oponen.

El Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) fue el principal impulsor de la campaña por el “no’.

Tanto Santos como los líderes de las FARC, que alcanzaron el pacto tras cuatro años de difíciles negociaciones, prometieron seguir trabajando sin dar indicios de que quieran retomar una guerra en la que ya murieron 220.000 personas y ocho millones se vieron desplazadas. Uno de los motivos de la inesperada derrota fue la baja participación: sólo 37% del electorado concurrió a votar.

Algunos analistas interpretaron el dato como otro indicio de que el ambicioso acuerdo no había despertado mucho entusiasmo entre los ciudadanos, indiferentes a los avatares políticos.

“Creemos que en Colombia seguirán buscando las vías para lograr esa paz (…) hay mucha gente que cree en una vía de acuerdo’’.

Mauricio Macri, presidente de Argentina, al hablar ayer sobre el triunfo del “no”.

Apoyo de Obama al presidente Santos

La administración de Barack Obama, que apostó personalmente por el acuerdo de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, expresó ayer su apoyo al presidente de Colombia tras la victoria del “no” en el referéndum del domingo y anticipó “decisiones difíciles” en los próximos días.

“Apoyamos la propuesta del presidente Santos de unir esfuerzos en apoyo a un diálogo amplio como siguiente paso hacia el logro de una paz justa y duradera”, expresó el Departamento de Estado norteamericano a través de su portavoz, John Kirby.