Columna «Por la luz que me alumbra»: El señor y el agente 12-4-03
Señor: -Buenos días agente, vengo a denunciar un robo. Policía: -¿Cómo se llama? Señor: -Yo no me llamo, generalmente siempre estoy cerca de mí mismo, en realidad me llaman. Policía: -¿Cómo? Señor: -Si estoy cerca, en voz baja y si no, a los gritos. Policía: -¿Dónde vive? Señor: -En mi casa. Policía: -Ya sé, pero ¿dónde está su casa? Señor: -Al lado de la de mis vecinos. Policía: -¿Y dónde viven sus vecinos? Señor: -Al lado de mi casa. Policía: -¡¡¡Ya sé!!! ¡¿Pero dónde viven, dónde están las casas?! Señor: -En la misma cuadra, una pegadita a la otra. Policía: -Quiero saber cómo lo llaman a su barrio. Señor: -A mi barrio no lo llaman porque aunque lo llamaran no podría ir porque está pegado al piso. En mi barrio hay un dicho que dice «No pienses qué puede hacer el barrio para ir hacia ti, piensa cómo puedes hacer tú para ir a tu barrio». Policía: -Yo me refiero a cómo lo nombran. Señor: -Despectivamente… Policía: -Ajá, ¿y cómo…? Señor: -El barrio ése… al lado de la estación. Policía: -Señor, ¿cómo puedo hacer para saber dónde vive…? Señor: -Véngase a tomar unos matecitos. Policía: -Insisto, su barrio debe tener un nombre. Señor: -Tenía dos, pero se los robaron. Policía: -¿Quién puede querer un nombre? Señor: -Un don nadie, un niño recién nacido… Policía: -Quiero decir cómo se pueden robar un nombre. Señor: -No sabemos, porque estaba oscuro. Policía: -Aunque fuese de día, ¿cómo cree que alguien puede robar un nombre? Señor: -Creemos que se lo pusieron debajo del brazo y salieron corriendo. Policía: -Señor, un nombre no se roba, a lo sumo se borra. Señor: -No vaya a creer. La gente dice que al país le robaron el futuro, un vecino mío dice que le robaron la niñez y a una vecina le robaron la dignidad. Hoy en día a los ladrones todo les viene bien, señor agente. Policía: -¿Pero quién podría necesitar un nombre? Señor: -Por ejemplo los de aquel barrio nuevo, para poder decirle al colectivero dónde se quieren bajar. Policía : -¿Y usted qué le dice al colectivero para llegar a su barrio? Señor: -Yo viajo en tren. Policía: -¿Y qué dicen las letras de la estación de su barrio donde usted se baja? Señor: -No hay letras, esas fueron las que se robaron, agente. Horacio Licera hlicera@rionegro.com.ar
Señor: -Buenos días agente, vengo a denunciar un robo. Policía: -¿Cómo se llama? Señor: -Yo no me llamo, generalmente siempre estoy cerca de mí mismo, en realidad me llaman. Policía: -¿Cómo? Señor: -Si estoy cerca, en voz baja y si no, a los gritos. Policía: -¿Dónde vive? Señor: -En mi casa. Policía: -Ya sé, pero ¿dónde está su casa? Señor: -Al lado de la de mis vecinos. Policía: -¿Y dónde viven sus vecinos? Señor: -Al lado de mi casa. Policía: -¡¡¡Ya sé!!! ¡¿Pero dónde viven, dónde están las casas?! Señor: -En la misma cuadra, una pegadita a la otra. Policía: -Quiero saber cómo lo llaman a su barrio. Señor: -A mi barrio no lo llaman porque aunque lo llamaran no podría ir porque está pegado al piso. En mi barrio hay un dicho que dice "No pienses qué puede hacer el barrio para ir hacia ti, piensa cómo puedes hacer tú para ir a tu barrio". Policía: -Yo me refiero a cómo lo nombran. Señor: -Despectivamente... Policía: -Ajá, ¿y cómo...? Señor: -El barrio ése... al lado de la estación. Policía: -Señor, ¿cómo puedo hacer para saber dónde vive...? Señor: -Véngase a tomar unos matecitos. Policía: -Insisto, su barrio debe tener un nombre. Señor: -Tenía dos, pero se los robaron. Policía: -¿Quién puede querer un nombre? Señor: -Un don nadie, un niño recién nacido... Policía: -Quiero decir cómo se pueden robar un nombre. Señor: -No sabemos, porque estaba oscuro. Policía: -Aunque fuese de día, ¿cómo cree que alguien puede robar un nombre? Señor: -Creemos que se lo pusieron debajo del brazo y salieron corriendo. Policía: -Señor, un nombre no se roba, a lo sumo se borra. Señor: -No vaya a creer. La gente dice que al país le robaron el futuro, un vecino mío dice que le robaron la niñez y a una vecina le robaron la dignidad. Hoy en día a los ladrones todo les viene bien, señor agente. Policía: -¿Pero quién podría necesitar un nombre? Señor: -Por ejemplo los de aquel barrio nuevo, para poder decirle al colectivero dónde se quieren bajar. Policía : -¿Y usted qué le dice al colectivero para llegar a su barrio? Señor: -Yo viajo en tren. Policía: -¿Y qué dicen las letras de la estación de su barrio donde usted se baja? Señor: -No hay letras, esas fueron las que se robaron, agente. Horacio Licera hlicera@rionegro.com.ar
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