Chile, a la cabeza de la competitividad regional

La de Chile sigue siendo aún la economía más competitiva de la región. Pero durante la actual gestión de Michelle Bachelet sufrió un retroceso. Está ubicado en el puesto 33 en el llamado “Índice de Competitividad Global” elaborado conjuntamente por el Foro Económico Mundial y la Universidad Adolfo Ibáñez, del país trasandino.

Sus fortalezas son ciertamente dos: 1) el desarrollo de su activo mercado financiero y 2) su moderno sistema de educación superior y de capacitación profesional. Sus debilidades, a su vez, son su sistema de salud y de educación primaria y sus deficiencias en materia de innovación y la falta de sofisticación en materia de armado de negocios.

El retroceso sufrido bajo la actual gestión presidencial socialista es fundamentalmente de orden macroeconómico. Concretamente, se trata de un retroceso en su balance fiscal, fruto de un tibio aumento del populismo, reflejado en 1) un déficit fiscal ahora algo más amplio, aunque nada preocupante, y 2) en el crecimiento de su deuda pública. Pero también impacta su falta de flexibilidad laboral, en momentos en que este tema en particular está siendo enfrentado de lleno en todos los rincones del mundo por aquellos países que apuntan a mejorar rápidamente su productividad.

No obstante, Chile sigue siendo el país más competitivo de la región, seguido por Costa Rica, Panamá, México y Colombia, en ese orden.

Perú, en cambio, ha retrocedido, como consecuencia de sus crecientes problemas en materia de corrupción. Argentina y Brasil han mejorado algo, pero siguen aún muy lejos del lote de los países más competitivos, con mucho por hacer todavía en este tema.

Excelentes noticias

El precio del cobre está en su más alto nivel de los últimos tres años. Para Chile, el gran exportador latinoamericano de cobre, esta es, por cierto, una excelente noticia. Recordemos que Chile tiene, en La Escondida, la mina de cobre más grande del mundo entero.

Desde fines de mayo pasado, el precio internacional del cobre se ha fortalecido nada menos que en un dramático 20%, aproximadamente.

La fuerte demanda china es probablemente la gran responsable de lo sucedido. La caída del 5% del precio del dólar estadounidense frente a las otras monedas duras, ocurrida en ese mismo lapso, es ciertamente otro factor que empujó al alza. China además ha restringido la importación de desechos de cobre, lo que también ha tenido su impacto alcista sobre el nivel de los precios internacionales.

En paralelo, los precios de las acciones de las principales empresas mundiales productoras de cobre han crecido notoriamente por ello, en un impresionante 30%, también desde comienzos de junio pasado.

*Exembajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas