El cabildo abierto

No queremos reina puta/no queremos rey cabrón/No queremos nos gobierne/esa cruel y vil Nación” (anónimo que se cantaba en las tabernas en la época).

Un nuevo mayo nos acerca a la conmemoración de los relevantes sucesos acontecidos en 1810 en la ciudad capital del Virreinato del Río de la Plata. De su recuerdo se ocuparán aulas, medios, tribunas y actos oficiales; en estas apretadas líneas intento rememorar –y llamar la atención- del día decisivo de aquélla épica semana, fundacional en nuestra Historia.

En la misma confluyeron, en Cabildo abierto forzado por el sector patriota, el bando criollo y el bando español, quedando en esa ocasión diseñadas las dos posturas en pugna: una sola podía continuar.

Recibidas las noticias llegadas al Río de la Plata a bordo de la fragata John Parish, el Virrey Cisneros se vio obligado a lanzar la proclama del 18 de mayo de 1810 por la que daba a conocer la caída en manos napoleónicas de la Junta Central de Sevilla, última expresión del poder español en la península, su sustitución por parte del Consejo de Regencia –confinado a la Isla de León- y su intención de asumir el mando ante ese vacío.

Eso llevó al sector criollo –como lo adelantara- a forzar al Virrey al llamado a Cabildo Abierto para dar tratamiento a la delicada cuestión, fijándose la fecha del día 22 en la sede del Cabildo de Buenos Aires, al que fueron invitados los vecinos más destacados.

Sintetizando los términos de esa jornada digamos que hubieron dos cruces en los quedaron resumidas las antagónicas posturas de uno y otro sector. Veamos.

Luego de la presentación de rigor por parte del Virrey y tras los escarceos propios de la situación hizo uso de la palabra el Obispo de Buenos Aires, Benito de Lué y Riega, quien argumentó que quedando alguna porción del territorio español en manos leales al rey –se refería al Consejo de Regencia- ello se proyectaba hacia las Américas y cualquier español podría asumir el mando en representación del monarca; se refería al denominado “pacto de vasallaje”, en relación al cual le respondió Juan José Castelli, uno de los puntales del bando criollo, indicándole que el “pacto de vasallaje” de los habitantes del Virreinato al cual aludía lo era con la corona española, hoy cautiva, y no con el pueblo español.

El otro cruce de nota fue iniciado con la exposición del Fiscal General de la Real Audiencia, José Genaro de Villota, quien dijo que el pueblo de Buenos Aires solo representaba a la capital del virreinato y que su decisión no podía involucrar la totalidad del mismo, siendo contestado por Juan José Paso, otro de nuestros destacados hombres de entonces, quien le dijo que la decisión a tomar lo sería como la “hermana mayor” que Buenos Aires se sentía del resto de los pueblos de esa unidad política, y que, al igual que en una gestión de negocios, pondría a consideración del resto lo decidido para su eventual aprobación.

Con relación a este último aspecto, debo aclarar que fue el antecedente de la Circular del 27 de mayo siguiente, por la que se convocó a los pueblos del interior del territorio a enviar sus representantes a la ciudad del puerto.

Dos firmes y sólidas respuestas de nuestra parte ante las pretensiones del Virrey.

Puestas sobre el tapete las dos posturas señaladas se produjo la votación y, conforme al escrutinio que se llevó a cabo al día siguiente el bando criollo obtuvo una aplastante victoria, pese a lo cual el Virrey Cisneros siguió operando a espaldas de esa decisión para seguir en el poder, pero los sucesos –y la Historia- siguieron su marcha y el 25 de Mayo de 1810 quedó instaurada la Primera Junta de Gobierno Patrio, culminación del proceso someramente descripto, fecha elegida para su rememoración, pero, como lo adelantamos en el título, no por ello la de más relevancia en los sucesos de entonces.

Que en este nuevo mayo, tan cargado de patriotismo futbolero, permitámonos recordar con emoción los sucesos de hace más de doscientos años y a nuestros hombres de entonces que los hicieron posible, y, dentro de tal conmemoración, de manera especial, al Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810.

Hago votos por ello.

(*) Presidente del Centro de Estudios Constitucionales del Comahue. Presidente de la Junta de Estudios Históricos del Neuquén.


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