Grandes centros de compras y el turismo

El constante movimiento de turistas por el mundo tiene diversos objetivos. Muchos lo realizan por el placer de conocer nuevos países, por un lado las grandes capitales, los museos, la excepcional riqueza histórica; como así también descansar, aprovechar el tiempo libre, y de ahí que otras de las opciones es descubrir nuevas posibilidades, playas e islas exóticas, a la vez que realizar todas las posibilidades que se les ofrecen a los turistas.

Pero también en general, quienes elijan cualquiera de las posibilidades mencionadas u otras, siempre los turistas son entusiastas para recorrer centros de compras.

Es coincidente que en cualquier lugar del mundo uno de los sectores comerciales que más ha avanzado es el denominado shopping, donde al visitante se le ofrecen todos los productos imaginables.

Y una de esas opciones, para captar a los clientes, es ofrecerles el placer de tomar café.

Cuando este producto llegó a Europa, en el siglo XVII, algunos lo consideraban una bebida que incitaba al mal.

Paulatinamente el café fue teniendo una gran expansión y no paró de conquistar adeptos en todo el mundo.

En una visita a Montevideo, Manuel Calvo, CEO del grupo Calvo, nieto del fundador de una de las primeras cinco empresas de conservas más grande del mundo, que comercializa cerca de mil millones de latas de atún por año, después de reunirse con Robín Henderson, de la Tienda Inglesa –un reconocido supermercado con sucursales en las principales ciudades del Uruguay– conversaron sobre las actividades que se realizan a nivel internacional para penetrar en la clientela.

Teniendo esto como premisa, coincidieron en que es fundamental la atención a quienes llegan a los grandes centros comerciales, que en la actualidad se constituyen en un atractivo para el turista.

Manifestó Calvo que el empresario oriental le dijo que no le gusta que los clientes hagan largas colas en los supermercados de su propiedad.

Le explicó que es un obsesionado de ello y en cuanto ve que hay cajas sin atender al público para pagar “de inmediato envío otra persona para que no haya largas filas y además pongo empleados para que recojan la bolsa de compras y se la lleven a los clientes al auto”.

Es decir son prioridad la calidad y la atención, lo que se observa en muchos lugares del mundo, y hace medio siglo se consideraba habitual que un empresario trate de esa manera a sus clientes.

Y cuando los turistas van percibiendo cómo una empresa responsable se preocupa y les da prioridad a los clientes se constituyen en los principales propagandistas de las denominadas grandes tiendas o shopping.

Así la actividad comercial va tomando fuerza, y hace también al desarrollo turístico, porque en definitiva es la que beneficiará en más y mejores ventas.

*Licenciada y experto en Turismo


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