Herramientas pedagógicas menospreciadas

Vivimos tiempos en que la revolución tecnológica, las nuevas configuraciones familiares, las enfermedades adictivas y el índice de pobreza, acechan sobre las escuelas y sus docentes.

Según César Bona, considerado el mejor profesor de la actualidad en España, para avanzar sobre la problemática educativa moderna, se debe fomentar la creatividad, el espíritu crítico y la empatía con los alumnos.

Así ha propiciado la realización de talleres de flamenco, cortos de cine mudo y obras de teatro, proyectos destinados a concitar el protagonismo de los educandos fomentando su compromiso social.

En tal orden y en aras de alcanzar idénticos objetivos cabe preguntarse ¿por qué la escuela no recurre más asiduamente a herramientas pedagógicas menospreciadas, como la actividad física y el deporte?

Posiblemente cierta demonización del deporte competitivo, por parte de algún sector de la Educación Física, haya conspirado para ello. Tales corrientes sostenían que el deporte era excluyente y propio de clubes o federaciones.

Así se han cerrado las puertas durante años, a un diamante en bruto a la hora de educar.

No hablamos de un trasplante del deporte federado que busca el triunfo como norte, sino de aquel que permita más allá del resultado, alcanzar mejoras tanto a nivel grupal, como individual.

¿Qué pasaría si desde la escuela se propusiera un encuentro deportivo a fin de año –viaje incluido- para el cual los alumnos se deban preparar durante el período lectivo, con ciertos días y horarios de prácticas, diseñando sus camisetas y realizando eventos destinados a generar recursos para su adquisición?

Seguramente se avanzaría en el protagonismo del alumno, en su empatía, en la adquisición de hábitos saludables, la concreción de un proyecto en común y el avance en el sentido de pertenencia, tan difícil de alcanzar por muchas instituciones.

¿Qué ocurriría si desde la escuela se propusiera que los alumnos participaran de la prueba atlética de la Ciudad, donde el fin último a lograr sea que todos los miembros de un curso lleguen a la meta?

La mejora en la resistencia en clave grupal, favorecerá la solidaridad, la ayuda mutua, la adquisición de un hábito que tal vez se extienda en la vida, además del contagio positivo que una actividad de estas características conlleva.

¿Qué sucedería si desde la escuela se propusiera la práctica de deportes no convencionales como el Korfball, donde tanto varones como mujeres se pueden integrar en un clima de colaboración mutua?

Probablemente se promoverá la convivencia, los vínculos y la cooperación entre géneros.

¿Qué acontecería si se realizara una coreografía grupal, que pueda ser representada luego de meses de práctica?

Es posible que favorezca un clima más armonioso y distendido, donde la empresa en común esté por encima de las individualidades.

En todos los casos es importante que los docentes reformulen los paradigmas con los que fueron formados, en una suerte de revolución contracultural donde el resultado no sea el único parámetro a considerar.

Para ello es necesario que sepan transmitir la intencionalidad de los proyectos a los alumnos y padres, que estos sean sostenidos durante el período lectivo y que los alumnos tengan voz a la hora de hacer aportes.

El deporte y/o la actividad física escolar por su carácter vivencial y no discursivo, es una alternativa educativa que avanza mucho más allá del mero movimiento.

Es frecuente que alumnos silenciosos y tímidos resulten extremadamente expresivos a la hora de manifestarse a través del movimiento.

Es allí donde por medio de la comunicación no verbal, el alumno deja de ser un mero receptor para convertirse en un actor principal del espacio educativo.

Seguramente lo que se vive a partir de la acción luego pueda ser traducido al plano reflexivo, reparando en el bien común, la solidaridad, el mejoramiento de la conducta, el respeto por las reglas y la transmisión del afecto.

Valores todos que hoy anhelamos como sociedad y a los que la educación (desde la cartera educativa, directivos y docentes) puede contribuir con una mayor dosis de creatividad y compromiso.

*Abogado. Profesor Nacional de Educación Física. angrimanmarcelo@gmail.com

Es importante que los docentes reformulen los paradigmas con los que fueron formados, en una suerte de revolución contracultural.

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Es importante que los docentes reformulen los paradigmas con los que fueron formados, en una suerte de revolución contracultural.

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