Los dólares del Plan Castello salen caros

En pocos días, la provincia tendrá que pagar la primera cuota de intereses de la emisión de bonos en dólares. Por ahora, esos recursos sólo sirvieron para adelantar la obra de la nueva estación transformadora de Cipolletti y sin embargo ya hay que empezar a pagar intereses.

El gobernador Alberto Weretilneck salió esta semana a alegrarse porque el 66% de esos recursos se mantuvieron sin pesificar, lo que permite tener hoy unos 1.400 millones de pesos más que en diciembre, devaluación mediante. Sin embargo, se invirtieron en Letras del Tesoro Nacional (Letes) que rinden 2,7% anual contra el 7,75% que paga la provincia de interés.

Dicho de otro modo: Río Negro cobrará una utilidad de 8.100.000 dólares/año por suscribir Letes y pagará 23.250.000 dólares de intereses por la emisión de bonos. La diferencia es hoy de 380 millones de pesos.

Los otros 100 millones de dólares fueron pesificados y convertidos en varias series de Lebacs del Banco Central, con tasas de entre el 28% y el 40% mensual. El dólar se cotiza hoy 47% más que en el momento de la emisión de los bonos del denominado Plan Castello.

“Es todo muy transparente”, advierte el ministro de Economía, Agustín Domingo.

Una crisis como la que atraviesa la economía argentina por el rojo de su cuenta corriente (déficit comercial, desequilibrio en el turismo, pago de intereses de la deuda externa, fuga de dólares) podría haber sido prevista, pero en definitiva Weretilneck aplicó la misma política del gobierno de Mauricio Macri: financiarse con deuda, aunque en este caso para encarar obras de infraestructura, no para atender desequilibrios.

Para transferirle recursos a Transcomahue, la empresa estatal de transporte de electricidad, encargada de los trámites de la obra de la estación transformadora de Cipolletti, el gobierno vendió Lebacs en el mercado.

En pocos días, los recursos comenzarán a fluir hacia los municipios. Son 30 millones de dólares (hoy 750 millones de pesos); la mitad son aportes en partes iguales para todas las ciudades y la otra se repartirá de manera proporcional a la coparticipación y en forma de crédito, con la misma tasa del 7,75% (la decisión de aceptarlo es de cada intendente).

El de Bariloche, Gustavo Gennuso, ya hizo aprobar el esquema por el Concejo, pero aceptó pesos, no dólares. La asignación que le correspondía era de 2.500.000 dólares; la ordenanza habla de 57.200.719 pesos, que son varios cientos de miles de dólares menos. De todos modos, los intereses se pagarán en dólares.

Río Negro tiene un 10% de sus recursos atados al dólar: la producción de hidrocarburos (regalías e impuestos). Los municipios recaudan en pesos y sólo los que tienen pozos de petróleo y gas en su ejido son coparticipados a valores internacionales.

El 7 de junio, la provincia debe pagar 11.650.000 dólares de intereses, que son más de 290 millones de pesos. “Es traer dinero del futuro al presente”, sostienen los que defienden este esquema de financiamiento de obras. “Es hipotecar el futuro”, critican los que ven muy negro el final del túnel.

Sea como fuera, cuanto antes ese dinero se transforme en bienes de capital, mejor rendirán los dólares. Porque, por otro lado, al finalizar el año habrá que pagar otros 11.650.000 dólares, a una cotización que es hoy incierta.

Weretilneck tiene autorización para emitir otros 300 millones de dólares en bonos de deuda, pero en este escenario de tanta volatilidad decidió aplicar el freno.

Sigue sin designar el candidato a sucederlo, al que apalancará con un plan de obra pública que, con semejantes recursos, imagina trascendente. En vez de bendecir a uno, deja que sus principales dirigentes se desgasten en peleas de tono vulgar y le sigue sumando integrantes al baile de la silla: esta semana fue el ministro Carlos Valeri. Lo midió: es el barilochense con mejor imagen en la provincia.

Gennuso no tiene una gran relación con Valeri. Nada sería que fueran tan diferentes; el problema es que los aspectos en los que no se parecen son los que más irritan al otro. De todos modos, el intendente de Bariloche decidió enfocarse en lo suyo: la reelección.

Con dos tercios de los dólares se compraron Letras del Tesoro que rinden menos que los intereses que ya hay que pagar. A casi seis meses de la emisión no hay obras en marcha.

El gobernador sumó a Valeri al baile de la silla mientras las peleas internas se le van de las manos. Por las dudas Gennuso entendió que no debía jugar esa carta y va por la reelección.

Datos

Con dos tercios de los dólares se compraron Letras del Tesoro que rinden menos que los intereses que ya hay que pagar. A casi seis meses de la emisión no hay obras en marcha.
El gobernador sumó a Valeri al baile de la silla mientras las peleas internas se le van de las manos. Por las dudas Gennuso entendió que no debía jugar esa carta y va por la reelección.

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