Policías y educación en forma de prueba

En la primera semana del mes pasado hubo dos episodios iniciáticos que, como se los escondió bajo la alfombra (algunos dicen que de césped sintético, para identificar el ícono de la gestión de Omar Gutiérrez), eclosionan de la peor manera, 50 días después.

El primero es la disputa entre el gremio ATEN y el gobierno en torno a si el sindicato quiere politizar el conflicto que comenzó el 5 de marzo con el pedido de paritaria nacional o si el gobierno no quiere acordar a la espera de que finalice el conflicto en la provincia de Buenos Aires donde se mide la gestión de María Eugenia Vidal.

La filósofa política Hannah Arendt escribió que el síntoma más significativo de la crisis de autoridad es su expansión hacia áreas previas a lo político, como la crianza y educación de los niños, donde la autoridad en el sentido más amplio siempre se aceptó como un imperativo natural por la indefensión del niño y por la necesidad de perpetuar la civilización. Agregó que esta forma de autoridad sirvió de modelo para una gran variedad de formas autoritarias de gobierno por lo que el hecho de que aún esta autoridad prepolítica que rige las relaciones entre adultos y niños, profesores y adultos, ya no sea firme significa que todas las metáforas y modelos antiguamente aceptados de las relaciones autoritarias perdieron su carácter admisible. Fulmina con la sentencia: “Tanto en la práctica como en la teoría, ya no estamos en condiciones de saber qué es verdaderamente la autoridad”.

La reflexión permite poner en tela de juicio el modelo en que se desarrolla el conflicto en Neuquén. Fuentes del gobierno insisten en que hay un silogismo que parte de las premisas de que el gremio ATEN necesita sustento político en su interna y que el comienzo de las clases se retrasa hasta después de que se cumpla el aniversario de la muerte de Carlos Fuentealba, ergo se estira sin demasiado sustento real la medida de fuerza.

El concepto desde el gremio es al revés, Gutiérrez no quiere arreglar para no ser más macrista que Macri y no superar el porcentaje del 15% de aumento para todo el año. Para colmo de males de los alumnos afectados, hubo desprolijidades en los descuentos a los que no hicieron paro y el efecto fue el contrario, hicieron paro y eso quedó en evidencia en la multitudinaria marcha del viernes. Se rechazó la oferta de arreglo con cláusula gatillo hasta agosto en tanto que el ministro Mariano Gaido (que no es de Educación ni de Gobierno) dijo que ya se liquidan los sueldos de los estatales acuerdistas con un 12,2% con la suba del primer trimestre y un remanente del año pasado. El miércoles se cierra la oferta. Ese día finaliza el paro de 23 días de ATEN.

Una disputa de autoridad que ambos pretenden metaforizar con la histórica, aunque saben que es inadmisible.

El segundo episodio es la paliza que le propinaron tres policías a Facundo Agüero de 22 años que lo dejaron en coma. Fue el 8 de marzo, y el 6 de abril, un mes después, fueron separados del cargo.

La decisión política de Gutiérrez fue como un búmeran que volvió en forma patética. El día de la Policía le sentaron a su lado a un efectivo agresor que había sido acusado y reincorporado. La misma fuerza se encargó de recordar la cara del hombre que vestía de civil y que participó de una presentación sin mayor responsabilidad que activar un mouse para que se mostraran gráficos en una pantalla.

El consultor en opinión pública Jorge Giacobbe indicó que se le terminó el pagaré a la gestión nacional y que ahora se la empieza a valorar por sus resultados. El concepto se extiende a Neuquén, donde utilizó una metáfora. Contó que es como un avión, mientras vuela sin turbulencias nadie se preocupa pero cuando se presentan las contrariedades de nada sirve que desde la cabina le digan que no pasa nada porque se observa que no es real.

En Neuquén ya sonaron alarmas de que lo que pasa en la cabina del avión, si es que es tan real, no se percibe entre los pasajeros. El pagaré firmado tendrá su primera prueba en las internas de agosto.

Las relaciones de autoridad previas a la política como la educativa perdieron terreno y aunque se insista no logran llegar a buen puerto.

La respuesta corporativa de la Policía luego de la separación de tres efectivos golpeadores tiñó de preocupación el escenario político.

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Las relaciones de autoridad previas a la política como la educativa perdieron terreno y aunque se insista no logran llegar a buen puerto.
La respuesta corporativa de la Policía luego de la separación de tres efectivos golpeadores tiñó de preocupación el escenario político.

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