Presupuesto: un debate peronista

La crisis modifica patrones y comportamientos. Todos los papeles se queman. El presidente Macri defiende la idea de que las retenciones a las exportaciones agropecuarias son un impuesto malo e incluso varias veces ratificó el cronograma establecido a comienzos de gestión para su reducción gradual. Para bajar el déficit, Macri no sólo terminó imponiendo una suba transitoria de las retenciones, sino que las extendió a todas las exportaciones. El decreto que obligará a las empresas a pagar un bono de fin de año, no remunerativo, y sobre cuya modalidad aún se espera una comunicación oficial, podría ser leído en la misma clave: es otro ejemplo de un gobierno que toma medidas en las que reiteradamente dice que no cree. El eslogan oficial “haciendo lo que hay que hacer” adquiere hoy una nueva significación.

Para uno de los dos secretarios de la CGT, el bono de 5.000 pesos a pagar en dos o más veces, según quien pueda, “pondrá a rodar la rueda del consumo”. Parece un exceso. Pero sin este paliativo el salario iba camino a perder más de 6 puntos a finales de año tras haber retrocedido 10% en el primer semestre. Se verá cómo terminan los sueldos contra la inflación, que para los gremios alcanzó un 6,1 en octubre (el Indec dará la cifra el jueves). Antes que poner a rodar nada, como reconoció el mismo Héctor Daer, el bono despeja la posibilidad de que se convoque a una nueva huelga nacional. Una medida que habían insinuado los gremios –después del exitoso paro contra Macri de mediados de octubre– y en la que tampoco ellos creían.

El acuerdo al que llegaron el jueves la CGT con el gobierno y las empresas podría parecer una garantía para la paz social hasta fin de año. Pero nada es seguro: la huelga sorpresiva que protagonizó ese mismo día un colectivo de cinco gremios aeronáuticos contra Aerolíneas Argentinas obligó a cancelar unos 250 vuelos –algunos incluso fueron reprogramados para hoy– y dejó a más de 30.000 pasajeros varados en terminales aéreas de todo el país. Fue un reclamo de trabajadores que perciben remuneraciones muy por encima del promedio, a las que contribuyen subsidios del Estado por 180 millones de dólares, según números de la empresa de bandera. De esos gremios, uno está alineado con un sector de la conducción de la CGT liderado por el gastronómico Luis Barrionuevo. Los otros se reparten entre el moyanismo y expresiones del kirchnerismo.

El conflicto aeronáutico mostró la confluencia de sectores gremiales que aparecen enfrentados en el peronismo. Los aeropuertos no fueron el único escenario que registró ese fenómeno. Esa misma tarde, Moyano y Daer fueron recibidos de regreso a la mesa de acción política del PJ, reunida en la sede porteña de la calle Matheu. También fue la vuelta de Felipe Solá, como Daer, alejado del massismo y del mecánico Ricardo Pignanelli, cristinista. Como la imagen del 17 de octubre en Tucumán, donde alternaron algunos actores, la foto del jueves en la sede del PJ es una expresión de la unidad imperfecta en la que parece esforzarse el peronismo cuando comenzó la cuenta regresiva de la elección presidencial. A diferencia de Tucumán, el que ordenó esta vez fue el kirchnerismo: presidió José Luis Gioja y estuvieron el jefe de los diputados kirchneristas Agustín Rossi y el peronismo bonaerense del matancero Fernando Espinoza, que hoy preside el intendente de Merlo Gustavo Menéndez. Y también Daniel Scioli.

Desde allí se encomendó un acercamiento hacia el peronismo federal, referenciado en la mesa de los cuatro: el senador Miguel Pichetto, los gobernadores Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa. Ese es el sector que promete darle los votos a Macri este miércoles en el Senado para sancionar el Presupuesto. Como ya hemos visto en la reunión de comisión que emitió dictamen, y semanas atrás en la sesión que paró el ajuste del gas por la devaluación, el debate será animado por peronistas. Allí es donde se desarrolla hoy visiblemente la interna.

El quincho de la histórica sede de Matheuya no tiene imágenes del matrimonio Kirchner, iniciativa de la efímera intervención de Barrionuevo. Solo se colgaron banners de Eva Perón. A lo seguro.

Un gobierno que toma medidas en las que reiteradamente dice que no cree. El eslogan oficial “haciendo lo que hay que hacer” adquiere una nueva significación.

Como ya hemos visto en la reunión de comisión que emitió dictamen, el debate en el Senado será animado por peronistas. Allí es donde se desarrolla hoy visiblemente la interna.

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Un gobierno que toma medidas en las que reiteradamente dice que no cree. El eslogan oficial “haciendo lo que hay que hacer” adquiere una nueva significación.
Como ya hemos visto en la reunión de comisión que emitió dictamen, el debate en el Senado será animado por peronistas. Allí es donde se desarrolla hoy visiblemente la interna.

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