Puede ser que el VAR lo mejore…

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“El mejor arbitraje es aquel que pasa desapercibido”. La frase, escuchada durante años en el fútbol, fue puesta en juicio especialmente por Javier Castrilli, cuyo rigor tuvo admiradores y críticos. El Sheriff solía decir que la frase pretendía salvar al árbitro que, en lugar de “arbitrar”, prefería “administrar” el partido. Eso significaba, en rigor, no complicar las cosas. Ejemplo: ¿cómo echarlo a Maradona cuando jugaba en Boca? ¿Para qué provocar un incendio en la Bombonera si todo se podía evitar con una amarilla? Administrar el partido era cuidar los intereses del más poderoso. No molestar a los grandes. Por eso Castrilli eligió aplicar el reglamento con el rigor máximo. Creía que sólo así podía ofrecerle garantías de competencia pareja y limpia a los más débiles. Acaso Castrilli terminó preso de su personaje. Acaso molestó demasiado. Lo sacaron del medio. La polémica quedó superada. No la frase.
La rescato después del debut del VAR, en el partido que River ganó 1-0 a Lanús. Todas las expectativas previas quedaron en nada. El VAR también pasó desapercibido. No hubo jugadas polémicas ni errores arbitrales. No hubo necesidad de recurrir al video. Apenas un reclamo de penal en contra de Scocco. Como River terminó ganando ni siquiera hubo debate sobre la acción, que pareció más una exageración de Scocco que una falta. Los más cercanos a la trastienda del VAR me dicen sin embargo que, si bien pudo haber pasado desapercibido para el gran público, el video estuvo en acción permanente. Que, por ejemplo, en la jugada de Scocco el encargado del VAR vio una y otra vez la acción en segundos y entendió que no tenía por qué intervenir. Y así en otras acciones. Aunque no lo veamos, avisa la Conmebol, el VAR siempre está. Hubiese sido bueno verlo el miércoles en Asunción, en el codazo que dejó afuera de la cancha a Amorebieta, en la goleada de Independiente.
Escribo esto último y advierto que, entonces, como avisó Horacio Elizondo, director nacional de arbitraje, no sólo dejaremos de sentir alarma por el VAR como invasor del viejo fútbol. Sino que, por lo contrario, comenzaremos a pedirlo cada vez más. Es riesgoso hacerlo debutar en una semifinal de Copa. Tal vez hubiese sido mejor probar en partidos de menos presión. Seguramente habrá errores. Pero la experiencia en otras Ligas indica que cada vez hay menos injusticias. ¿Que esto cambia al fútbol? Puede ser. También puede ser que lo mejore.

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