Romper el “techo de cristal”

En el contexto de las recientes movilizaciones multitudinarias Ni Una Menos en más de cien ciudades del país, representando el grito contra la violencia y los femicidios, el Senado nacional decidió unificar los proyectos que establecen paridad de género en la elección de jueces en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, un lugar clave donde se juega la integración de la mujer en un plano de paridad y la incorporación de la perspectiva de género en esa institución de la democracia.

A su vez, se aprobó el proyecto de mi autoría que establece paridad de género en los ámbitos de representación política. Todo esto colabora para romper el “techo de cristal” que impide aun a las mujeres acceder a cargos electivos en el Poder Legislativo y en el Judicial. La presencia de la mujer en estos espacios se hace cada vez más relevante y necesaria para llevar adelante acciones a favor de los derechos de las mujeres.

La convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (Cedaw) señala que “La discriminación contra la mujer viola los principios de la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad humana, que dificulta la participación de la mujer, en las mismas condiciones que el hombre, en la vida política, social, económica y cultural de su país, que constituye un obstáculo para el aumento del bienestar de la sociedad y de la familia y que entorpece el pleno desarrollo de las posibilidades de la mujer para prestar servicio a su país y a la humanidad”. A su vez, afirma que los estados tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar en igualdad de condiciones con los hombres el derecho a “Participar en la formulación de las políticas gubernamentales y en la ejecución de éstas, y ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones públicas en todos los planos gubernamentales”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos –CIDH– afirma que reconoce el nombramiento de juezas y magistradas en varias cortes supremas de la región, pero resalta que el progreso de las mujeres en este ámbito es muy lento, heterogéneo y diverso, existiendo poca presencia de las mujeres en posiciones de toma de decisiones en los tribunales superiores y cortes constitucionales de los países americanos. Esto ocurre también en el ámbito legislativo.

Respecto a las leyes de cupo, la comisión insta a los estados a ampliar las medidas especiales de carácter temporal para asegurar la participación de las mujeres en todos los ámbitos de gobierno (legislativo, ejecutivo y judicial), así como en los distintos niveles del Estado.

Esto así, con estas nuevas normas nuestro país está cumpliendo con esta demanda, y además rompiendo los límites o techos que impedían a las mujeres llegar a cargos trascendentes.

La Dra. Carmen Argibay y la Dra. Highton de Nolasco llegaron a la Corte haciendo una notable contribución al documentar la discriminación de género y se elaboraron propuestas como la del Registro de Femicidios del Poder Judicial y el Mapa de Género, entre otras. En el Poder Judicial la composición es mayormente femenina, pero en los estamentos superiores prevalecen aún los hombres. Desde la creación de la Corte en 1863, sólo tres juezas formaron parte de la misma.

Es mi intención que este principio de paridad sea incorporado como lo fue en la ley Orgánica del Poder Judicial de Río Negro, a instancias del pedido de varias legisladoras.

La participación de la mujer en los ámbitos estatales es importante para fortalecer el debate democrático y plural, y es una forma de resistir los estereotipos sociales que por mucho tiempo afectaron a las mujeres en los espacios político, laboral, profesional y doméstico. Es necesario atravesar el “techo de cristal”, esa barrera invisible que bloquea a las mujeres en su crecimiento profesional, y que se basa en un pensamiento discriminativo y sexista que ha causado mucho dolor y que no queremos más.

*Senadora nacional

La CIDH insta a los estados a ampliar las medidas de carácter temporal para asegurar la participación de las mujeres en todos los ámbitos de gobierno.

En el poder judicial la composición es mayormente femenina, pero en los estamentos superiores prevalecen aún los hombres.

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La CIDH insta a los estados a ampliar las medidas de carácter temporal para asegurar la participación de las mujeres en todos los ámbitos de gobierno.
En el poder judicial la composición es mayormente femenina, pero en los estamentos superiores prevalecen aún los hombres.

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