¿Sexismo y censura en Google?

El despido de un ingeniero de Google por haber justificado la poca presencia de mujeres en Silicon Valley ha hecho resurgir un debate en la industria tecnológica sobre sexismo, libertad de expresión y corrección política.

En un “manifiesto” publicado como un memorando interno en el gigante de internet, James Damore argumentó que las “diferencias biológicas” son un factor importante en el bajo porcentaje de mujeres en la industria de la tecnología.

De inmediato esa afirmación provocó protestas y acusaciones contra Damore de sexista, de perpetuar estereotipos y promover la discriminación.

Pero el despido posterior del ingeniero –de acuerdo con reportes de medios de comunicación y por un correo electrónico del propio Damore al sitio de extrema derecha Breitbart– generó una nueva indignación, esta vez de quienes acusan a Google de coartar el derecho a la libertad de expresión, casi sagrado en Estados Unidos.

La nueva controversia ocurre mientras Silicon Valley intenta capear la tormenta de acusaciones sobre acoso sexual y discriminación en compañías emblemáticas como Uber y en las firmas financieras que inyectan capital en el sector.

Sin comentar sobre Damore, el CEO de Google, Sundar Pichai, dijo que sus empleados tienen derecho a expresarse, pero que ciertos pasajes del memorando “superan los límites al plantear estereotipos de género perjudiciales en nuestro lugar de trabajo”. “Sugerir que un grupo de nuestros colegas tiene rasgos biológicos que no se adaptan a este trabajo es ofensivo”, dijo en un correo al personal.

Pero Pichai no pudo contener las críticas de los que acusan a Google de suprimir los puntos de vista contrarios.

“Muy triste que James Damore haya sido despedido por @Google básicamente por explicar las ciencias de la conducta. Es escandaloso e inmoral”, escribió un internauta en Twitter.

El despido de Damore lo convirtió automáticamente en un héroe de la extrema derecha y de aquellos que creen que la “corrección política” ha ido demasiado lejos.

El desafío a la corrección política ha ganado terreno en Estados Unidos, y ha escalado a la más alta palestra por el presidente Donald Trump, un favorito de medios como Breitbart.

Breitbart publicó la primera de una serie de entrevistas con “rebeldes de Google” que afirman que la empresa está cercenando el disenso.

“Las cacerías de brujas son un problema muy conocido en Google”, dijo un empleado sólo identificado como “Hal”.

El memo de diez páginas de Damore, que fue filtrado al sitio web especializado Gizmodo y luego en otro, Motherboard, afirmó que Google ha silenciado a cualquiera que intente disentir de la política oficial, creando una “cámara de eco ideológica”.

Un 69% de los empleados de Google son hombres, según las cifras más recientes de la compañía, una proporción que se eleva a 80% en el campo de los empleos propiamente tecnológicos.

En el 2016, sólo 27% de los altos ejecutivos de Facebook eran mujeres. En Apple, cerca del 30% de todos los empleados son mujeres.

Roger Kay, que dirige la firma de consultoría en tecnología Endpoint Technologies Associates, dijo que el caso de Damore no se trata de libertad de expresión, y que Google tiene el derecho de tener empleados que apoyen los valores de la compañía.

“No lo están encarcelando, no es una acusación penal”, dijo Kay.

“Su discurso [memorando] fue odioso, y tienen absolutamente todo el derecho de despedirlo si eso les permite defender los valores” de la empresa.

Pero algunos analistas dicen que no hay respuestas fáciles para las firmas tecnológicas que buscan promover una cultura de diversidad en el sitio de trabajo al mismo tiempo que lidia con facciones enfrentadas.

“Aunque hay mucha indignación entre los empleados de Google y otros en la industria tecnológica por el blog [de Damore], hay también un número importante que le ha dado la bienvenida”, dijo Jan Dawson de la firma Jackdaw Research en un blog.

“A pesar del gran empuje oficial hacia la diversidad de las compañías tecnológicas, hay una gran parte de los empleados que comparte esas opiniones y desea expresarlas más libremente”, añadió.

*AFP

El despido del ingeniero que justificó la poca presencia femenina en Silicon Valley derivó en un fuerte debate sobre género y libertad de expresión en la firma.

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El despido del ingeniero que justificó la poca presencia femenina en Silicon Valley derivó en un fuerte debate sobre género y libertad de expresión en la firma.

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