Un test para propios y ajenos

Esta noche el MPN cerrará otro capítulo en sus 57 años de vida. Pero no será solamente –como si eso fuera poco– la resolución de la interna entre el gobernador Omar Gutiérrez y su vice Rolando Figueroa, quienes ni siquiera habían nacido cuando se fundó la fuerza partidaria. Las páginas que se escribirán son seguidas con atención por la escena política nacional. Así quedó demostrado durante una campaña en la que, en mayor o menor medida, las dos fuerzas políticas que se disputan el sillón de Balcarce 50 intervinieron.

El resultado de los comicios neuquinos marcará la primera pauta electoral del próximo año. Neuquén será el primer distrito en ir a las urnas por cargos ejecutivos y para cualquiera, tener un balance temprano, será clave. Cambiemos tiene una excelente relación con el oficialismo neuquino del MPN, pero a nadie sorprendería que quiera tener caballo propio para la carrera. El kirchnerismo supo tener excelentes lazos con el sector Azul cuando gobernaba Jorge Sapag, pero ahora, mientras intenta ordenar su tropa, también dejó caer algunas fichas.

Todos, o casi todos, en la oposición neuquina sueñan con una salida del MPN del gobierno y por eso buscan llegar mejor posicionados a las generales. Por mediciones propias, olfato político y porque ven a un partido que no termina de hacer el recambio, ven en el año que viene una cita con la historia. Se le animan. Por eso apostar algunas manos en la interna ajena puede sumar a una imaginada teoría del caos con un partido dividido y débil en los próximos meses.

Del otro lado de la red los colores de las camisetas ya empiezan a confundirse. Un dirigente con peso dentro de la Azul reconoce que el MPN “siempre fue así. Vamos a internas, resolvemos sanamente nuestras diferencias y el lunes empezamos a trabajar todos juntos”. Nadie se arriesga a decir que habrá una foto Gutiérrez-Figueroa o Figueroa-Gutiérrez a pocas horas de conocerse el resultado. Sin embargo, dan por descontado un reacomodamiento.

Si se pasan por el colador las semanas de la campaña se podrá ver que el partido provincial, además de ser elástico y de piel gruesa, aprende de su historia. La virulencia con la que comenzó la contienda proselitista fue licuándose con el correr de los días. Figueroa dio un paso en falso con declaraciones fuera de tópico y después, si bien no se rectificó, evitó volver sobre ese contenido. Sí mantuvo en alto el poder de fuego discursivo y sembró el campo electoral con sospechas como para resguardarse por si la cosecha no es la esperada.

La tensión nunca llegó a los niveles que se registraron en el 2013 cuando se enfrentaron Ana Pechen y el petrolero Guillermo Pereyra. Aun cuando fue la misma consultora (Giacobbe, antes el padre y ahora su hijo) la que asistió a Pereyra y ahora guió al vicegobernador. Las heridas de aquella contienda parecen haber fijado límites.

Más allá de los resultados finales, la intromisión en las internas ajenas puede dejar en evidencia a los que se vieron tentados. No sería la primera vez que el partido provincial juega al offside. La reunificación del MPN, tras los discursos finales, será la medida de esto. Lo que resta por verse es si el ganador tendrá la astucia de convocar a todos los que quedaron dentro de los márgenes de la interna y devolver una pelota que venía, como se dice en la jerga, envenenada.

A quienes desde afuera aseguran que las internas del MPN tienen más de puesta en escena que de combate real no les resultará extraño lo que ocurra a partir del lunes. Para otros habrá sido la chance de no perder la oportunidad. Y para la mayoría significará el punto de partida para contar heridos, evaluar debilidades y ajustar el GPS hacia el otoño del 2019.

Pero antes de que todo eso ocurra, el partido gobernante deberá mostrar signos vitales saludables y mantener, por lo menos, el caudal de asistencia de elecciones pasadas. De lo contrario las expectativas de la oposición, aquello de citarse con la historia provincial en poco menos de seis meses, tendrá cada día más una razón de ser. En esta variable, tanto Gutiérrez como Figueroa son responsables directos pese a ir –circunstancialmente– en boletas separadas.

Si se pasa por el colador el recorrido de la campaña se podrá ver que el partido provincial, además de ser elástico y de piel gruesa, aprende de su historia.

La virulencia con la que comenzó la contienda proselitista fue licuándose con el correr de los días. Ahora resta conocer el caudal de asistencia a las urnas.

Panorama de Neuquén

Datos

Si se pasa por el colador el recorrido de la campaña se podrá ver que el partido provincial, además de ser elástico y de piel gruesa, aprende de su historia.
La virulencia con la que comenzó la contienda proselitista fue licuándose con el correr de los días. Ahora resta conocer el caudal de asistencia a las urnas.

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