Una “toma” peculiar…

La “toma” que está afectando a la Universidad Nacional de Río Negro, sede Alto Valle- Valle Medio condensa las propuestas y actitudes del posmodernismo neoliberal más funcionales a esta etapa de globalización capitalista.

Para quienes la llevan a cabo no hay deconstrucción, hay destrucción. No hay posibilidad de unidad y convivencia en la diversidad, hay diferencia irreconciliable y enfrentamiento. No hay diálogo, hay imposición. No existe la pretensión de verdad, hay una mentira tras otra. No pueden esperar a la construcción de un edificio: lo quieren ya y ya quieren “derrocar” a un rector. No quieren esperar plazos, campañas, elecciones. No pueden ni quieren esperar. Quieren “disfrutar” de inmediato del derrocamiento de un rector y son tan antidemocráticos que exhiben, orgullosas/os la consigna: “A la gilada ni cabida, aguante la minoría”.

El culto a la libertad individual llega a un punto tal que cada una/o de ellas/os se considera depositaria/o, individualmente y/o como colectivo ilegítimamente constituido, de la autonomía universitaria. Parecen no entender que es la universidad como institución, con sus órganos colegiados de gobierno, la depositaria de dicha autonomía. Ese mismo culto a la libertad individual las/os conduce a no reconocer mandatos de asambleas en las que no ganan y a ignorar marchas y pedidos de la mayoría de la comunidad universitaria. Tampoco tienen en cuenta que la libertad civil es una libertad limitada por las reglas y las leyes en el ámbito de lo público del que se forma parte y que, a mayor libertad, mayor responsabilidad.

El individualismo, el sectarismo y el relativismo extremo combinado, las/os hace creer que “todo vale”, que “ellas/os entienden” las normas y las leyes a su manera y que si no se comparte su forma de ver el mundo, se es fascista. Por lo tanto, creen tener todo el derecho de insultar, agraviar, presionar, escrachar, injuriar, despreciar y romper lo que quieran sin ser sancionadas/os. Porque “ellas/os entienden” que son las/os dueñas/os de la verdad y de las luchas de la izquierda, mientras elaboran una mentira tras otra y desprestigian a una izquierda en crisis que intenta resistir los embates de una derecha cada vez más fortalecida. No les importa lo que entienden los demás, las reglamentaciones internas, las normas y las leyes, de las que además, se ríen haciendo gala de una profunda ignorancia producto de la soberbia y de la carencia de lecturas formativas y de posicionamientos ideológicos coherentes y comprometidos con algo más que no sea con ellas/os mismas/os. Es que leer y formarse lleva tiempo, esfuerzo y trabajo…

La universidad es una de las instituciones de la modernidad que está siendo interpelada en la actualidad, que se reformula y redefine críticamente en el marco de un Estado de derecho, de respeto por la diferencia y por la dignidad humana. Pero interpelar no es destruir, no es apropiarse y banalizar luchas ajenas, no es insultar, no es romper patrimonio público. Es trabajar para repensarnos y tratar de mejorar, en conjunto, como comunidad. Es, sobre todo y en este complejo contexto nacional, no correr el eje de la lucha, es estar unidos para resistir el ajuste presupuestario que afecta no sólo a las universidades públicas, sino a todas las áreas de acción social del Estado.

Por eso, marchamos, damos clases públicas o tradicionales, hacemos comunicados, abrazamos, imprimimos remeras, leemos, estudiamos, acompañamos a colegas de otras universidades. Por eso la defendemos: a la universidad pública como principio y como institución.

Esta “toma” no representativa e ilegítima, corre peligrosamente el eje de la lucha y condensa las propuestas y actitudes del posmodernismo más funcionales al neoliberalismo, razón por la que resulta crucial evaluar qué posición tomamos y cómo accionamos no sólo de manera individual, sino como miembros de la comunidad universitaria y de la sociedad a la que pertenecemos.

(*) Docente universitaria

La universidad es una de las instituciones de la modernidad que está siendo interpelada en la actualidad, que se reformula y redefine críticamente en el marco de un Estado de derecho.

Datos

La universidad es una de las instituciones de la modernidad que está siendo interpelada en la actualidad, que se reformula y redefine críticamente en el marco de un Estado de derecho.

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