Comenzaron las primeras obras de la microcentral de Nahueve

El proyecto multipropósito, Pedro Salvatori, comenzó a tomar forma y la microcentral de 4,62 MW sobre el río Nahueve está más cerca de hacerse realidad.  La empresa encargada de la obra inició el reclutamiento de personal en la región y las primeras máquinas llegaron a la zona para arrancar con los trabajos de movimiento de suelos. 

Lee También

Firmarán el contrato por la central de Nahueve

El 27 de julio se rubricó el acta de inicio de obra y desde entonces empezó el traslado de equipos y herramientas hacia el lugar donde se construirá la represa y con eso quedó iniciado el paso inicial que comprende la logística inicial del proyecto. Actualmente se reclutó a cerca de 30 trabajadores de diversos municipios del norte neuquino y se espera que en el pico de obra se emplee a 220 personas. 

“Vamos a tratar de facilitarle todas las tareas que requiera desde nuestro rol como articulador, ya sean las condiciones del crédito, habilitaciones y demás para que la obra culmine el primer semestre del 2022”, aseguró el presidente de la Agencia de Inversiones de Neuquén (ADI-NQN), José Brillo, en diálogo con Energía On. 

El plazo de construcción que fijó la UTE constituida por Rovella Carranza e Industrias Metalmecánicas Espaciales es de tres años, pero se comprometieron a intentar reducir los tiempos 6 meses. 

Actualmente se están desarrollando tarea de localización de obradores y otras desarrollando áreas de almacenamiento de materiales y equipos a medida que arriban a la zona. Según confirmó Brillo, una gran parte del listado del equipamiento necesario para los primeros trabajos ya está en el lugar. 

En detalle, las empresas convocaron a personal del paraje Los Carrizos, Varvarco, Las Ovejas, Andacollo y Huinganco con el objetivo de generar un impacto económico de mayor amplitud en las localidades aledañas. 

“Hay un trabajo muy solidario entre los municipios que incluso se han distribuido los obradores para tener descentralizado al personal. También por protocolos de seguridad que se les impuso a las empresas que es muy riguroso”, precisó Brillo. 

Se trata de un protocolo similar al que se aplicó en el desarrollo de Vientos Neuquinos I, el primer parque eólico de Neuquén en el que llegaron a trabajar 200 personas, con estrictos controles, que le permitió a la empresa dueña continuar con las tareas en plena pandemia. 

Para la construcción de la represa no se cortará el río Nahueve sino que en su lugar se realizará un azud derivador, de ahí saldrá a un canal que llevará agua a 4 kilómetros abajo. Este canal trasladará una tercera parte del caudal del río con lo cual, por el Nahueve seguirán los dos tercios del caudal restante. 

Un detalle es que, a futuro cuando la represa esté terminada, no generará energía eléctrica con caudales bajos. Por eso es que la capacidad de generación detalla en el proyecto es del 80%, eso implica que durante dos meses al año la central no operará para preservar el agua que pasa por la zona.  

Por último, en el corto plazo, el gobierno licitará la segunda etapa del proyecto, que incluirá la ingeniería, instalación de generadores, transformadores, sistema de control y la supervisión de los montajes.